La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha acogido este martes la segunda jornada del juicio contra el propietario de la chupitería ‘Simpalabras’ de La Laguna para el que la Fiscalía solicita 37 años de cárcel por un delito de agresión sexual a una menor de edad, dos delitos de abuso sexual y otros siete casos de acoso sexual cometidos entre 2014 y 2018, aproximadamente.
Durante casi cuatro horas han testificado víctimas y algunos testigos que han corroborado que en el bar solía haber menores –se colaban con DNI falsos porque siempre se pedían en la puerta–, el propietario tenía comportamientos inadecuados y comentarios de índole sexual y en algunas ocasiones llegó a colocar viagra en la copa de algunos clientes.
No obstante, el equipo de camareras ‘fijo’ en plantilla ha negado que el acusado tuviera comportamientos obscenos e inadecuados, al contrario, las “defendía”, y nunca vieron que se sobrepasara con ninguna trabajadora o clienta.
Una joven de 20 años, que estuvo dos días trabajando como relaciones públicas, dejó de ir al ‘pub’ porque el acusado la intentó besar en dos ocasiones y no se sentía “cómoda” con sus comentarios, pues en uno de ellos incluso, le comentó: “Tienes cara de que te guste que te bajen los pantalones y te empotren contra la pared”.
Otra camarera, que solo estuvo una noche, ha recordado que el propietario hacía “comentarios extraños” como que tenía que ser “buena empleada” o si bailaba encima de la barra ganaría más dinero.
Otra trabajadora, que estuvo más de dos meses como relaciones públicas, ha subrayado que la actitud con las trabajadoras “no era normal” pues a veces les quitaba el teléfono móvil y le escribía frases y poesías.
CONSUMÍAN Y SE ENCONTRABAN MAL
Según su relato, era habitual que el acusado –José Stiven– invitara a chupitos y copas que normalmente preparaba él mismo, y en una ocasión que consumió ella misma, no recuerda nada, solo que se encontraba mal y vio a una chica tirada en el sillón.
Además, ha manifestado que una noche, el acusado –que se rozaba con las camareras en la barra con ánimo libidinoso– le puso una pastilla de viagra en la copa a un cliente y el joven “lo pasó mal” toda la noche, “excitado y preocupado”.
Otra camarera ha descrito a José Stiven como un “baboso”, con insinuaciones constantes, se rozaba en la barra y tocaba el culo, y también promovía juegos entre los clientes y las camareras con chupitos y preguntas de corte sexual.
Paula que trabajó en el bar en 2017, ha dicho que el ambiente “no era profesional” porque se obligaba a beber a los trabajadores para tener un “ambiente festivo” y sostiene que el propietario “abusaba de su poder”.
“A VECES SE PASABA” PERO TAMBIÉN “SE LO PERMITÍAN”
Las camareras más veteranas tienen otra versión de esa época y aunque reconocen que el acusado tenía la “mente sucia” y “a veces se pasaba”, en ocasiones era porque algunas trabajadoras también “se lo permitían”.
Han señalado que solo se invitaba a amigos del Ejército del acusado –es soldado profesional– y resaltado que nunca vieron “nada extraño”, incluso, han destacado que la menor presuntamente violada en el bar la noche del 27 de enero de 2021 tuvo que ser sacada una noche de la barra y tras ofrecer sexo al novio de una de las camareras.
Otra joven, cliente habitual del local, ha indicado que sufrió algunas “borracheras raras” al consumir en el pub, bailando de forma “muy loca” y “guarrilla” con todos los chicos. “Me daba igual todo y yo no soy así”, ha relatado.
Ha descrito a Stiven como alguien “muy pesado” y “obesionado” con algunas chicas y con “comportamientos obscenos”.
La Policía Municipal de Madrid ha detenido a una pareja en el distrito de Tetuán por presunto maltrato y abandono de sus cuatro hijos. La alerta llegó después de que uno de los niños, de ocho años, confesara a su tutora que sufría abusos y que quería acabar con su vida.
Los agentes acudieron al colegio y encontraron al menor en una situación de gran ansiedad y nerviosismo.
Después de lograr tranquilizarlo, el niño confirmó que tanto él como uno de sus hermanos eran víctimas regulares de maltratos por parte de su madre y su padrastro.
Además, los agentes descubrieron que los niños a menudo se quedaban sin desayuno ni cena, lo que sugiere una situación de abandono.
Los cuatro niños han sido trasladados a un centro de menores mientras que la pareja ha sido detenida por maltrato continuado, que se cree que se ha estado produciendo durante al menos tres años.
La Policía Nacional ha capturado en Madrid a un prófugo español acusado de una triple violación a una mujer en la capital en 2011, por la cual había sido condenado a 24 años de prisión. El arrestado contaba con una amplia red de contactos familiares que le ayudaron a esconderse en el edificio de El Ruedo, en el barrio de Moratalaz. La investigación, que duró varios meses, formó parte de la Operación Violeta, que se enfoca en encontrar a los fugitivos buscados por delitos sexuales graves en España.
Los hechos por los que el fugitivo fue buscado ocurrieron en Madrid en 2011, cuando él y otros dos individuos violaron a una mujer repetidamente mientras la sujetaban por los brazos y las piernas. La víctima se encontró con los agresores en un bar de copas de Madrid y después la llevaron a la fuerza a otro lugar de la capital, donde la violaron. El prófugo fue condenado en 2016, pero se encontraba prófugo desde entonces.
La investigación para capturar al prófugo comenzó a principios de 2022, pero se prolongó debido a su constante cambio de domicilio y a la extensa red de contactos familiares que le ayudaban a esconderse. El prófugo aprovechaba el hecho de que la vivienda de su mujer y la de otros familiares estaban cerca y cambiaba de domicilio constantemente dentro de la misma zona. Cuando salía al exterior, lo hacía de forma fugaz y se cubría la cara para evitar ser reconocido.
Finalmente, los agentes lograron determinar que el prófugo se encontraba en uno de los domicilios investigados y fue arrestado a mediados de marzo. La Dirección General de la Policía ha destacado la importancia de la Operación Violeta y la colaboración ciudadana en la captura de fugitivos peligrosos y ha reiterado su compromiso de garantizar la seguridad y protección de las víctimas de delitos sexuales.
La Guardia Civil ha llevado a cabo la operación «Dux», en la que se han detenido a tres personas y se investiga a otras dos por su presunta implicación en tráfico de armas y sus municiones. En total, se han registrado ocho domicilios en diferentes provincias de España, donde se han intervenido 242 armas de fuego, 20.685 cartuchos metálicos de diferentes calibres, pólvora para la fabricación ilegal de municiones y silenciadores, entre otros efectos.
Entre los detenidos, destaca el arresto de una persona en Barcelona que poseía 196 armas de fuego plenamente funcionales, incluyendo 21 armas de guerra, como ametralladoras, fusiles de asalto y subfusiles, así como 130 armas cortas, más de 15.000 cartuchos de diferentes calibres y abundantes piezas y componentes esenciales para la manipulación de armas de fuego.
La persona detenida tenía un taller clandestino equipado con maquinaria industrial de precisión que utilizaba para la fabricación de piezas y cañones con los que manipular las armas de fuego que poseía ilegalmente.
Los detenidos se enfrentan a numerosos cargos, incluyendo tráfico de armas, depósito de armas, depósito de armas de guerra, depósito de municiones, depósito de explosivos y tenencia ilícita de armas prohibidas.
La operación «Dux» ha sido un éxito gracias al trabajo conjunto de la Guardia Civil en diferentes provincias de España. La incautación de un gran número de armas y municiones, así como la detención de los presuntos implicados, ayudará a prevenir la actividad delictiva en el país y a garantizar la seguridad ciudadana.