La Policía Nacional tiene identificadas a trece personas que pudieran tener relación directa con la paliza que acabó con la vida de un joven de 24 años, en la noche del pasado sábado a las puertas de una discoteca en La Coruña. Según han confirmado a ABC fuentes policiales, no hay detenidos hasta el momento aunque no se descarta que se produzcan en las próximas horas, después de que los investigadores analicen el contenido de las cámaras de seguridad de la zona y contrasten las declaraciones de los diferentes testigos que presenciaron la brutal agresión
Las mismas fuentes indicaron que estas trece personas prestaron declaración en dependencias policiales durante este domingo, y es muy probable que vuelvan a hacerlo este lunes. De ellas, se tiene la certeza de que siete participaron en la paliza —cinco de ellos como agresores, otras dos asistiendo a los hechos—, pero se están perfilando los detalles de cada uno de ellos. De este grupo, varias personas cuentan con antecedentes.
Los testigos del ataque indicaron que el grupo huyó a la carrera dejando al joven postrado en el suelo, y que se dividieron en dos grupos durante su huída. Estaban acompañados por dos mujeres que también escaparon del lugar cuando una pareja de viandantes se percató de lo que estaba ocurriendo y dio aviso a la Policía Local. El «nerviosismo» impidió a las personas que auxiliaron al fallecido aportar una descripción de los agresores, pero la persona que estaba al otro lado del teléfono durante la videollamada sí dio a los agentes una descripción: cinco muchachos, uno de ellos «de tez oscura, pelo corto moreno, pantalón vaquero negro, zapatillas Nike y plumífero negro». Junto a él iba una chica con un vestido negro y un abrigo del mismo color, que salió corriendo en dirección a la Plaza de Portugal.
Como ya informó ABC el pasado sábado, los primeros en personarse en el lugar fueron los agentes de la local, acompañados por los servicios de emergencias que durante cerca de una hora trataron de reanimar al joven, logrando que recobrase el pulso antes de su traslado al hospital. La víctima de la paliza murió al poco tiempo de llegar al hospital, dada la gravedad de las heridas provocadas por los golpes y las patadas que recibió en la cabeza.
Supuesto crimen homófobo
Horas después del suceso, las redes sociales se fueron llenando de condenas públicas y anónimas ante un supuesto origen homófobo de la agresión. La ministra de Igualdad, Irene Montero, dio pábulo a esta teoría: «Debemos construir entre todas y todos una sociedad en la que no dejemos cabida al odio». También la titular de Trabajo, Yolanda Díaz: «No podemos callarnos nunca, ante quien alimenta el odio y quien lo ejecuta». Sin embargo, en el atestado policial no hay referencia alguna a que la causa de la agresión fuera derivada de la condición Todo el cariño para la familia y seres queridos de Samuel en estos momentos tan difíciles.<br><br>Mi más firme condena. Debemos construir entre todas y todos una sociedad más libre en la que no dejemos cabida al odio.
Esta llamada a la prudencia ha sido secundada esta mañana por la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, quien en declaraciones a ‘El programa del verano’ ha pedido dejar trabajar a los investigadores. «Es muy pronto para saber el origen de la agresión», ha manifestado, «hay que ser prudente, dejar trabajar a los cuerpos y fueras de seguridad del Estado» y «no precipitarse, no sacar conclusiones precipitadas que no han sido confirmadas». Una de las acompañantes de la víctima en el mismo programa, por el contrario, sí ha considerado que su amigo Samuel fue agredido por su orientación. La Policía tampoco tiene clara esta posibilidad, que de confirmarse podría ser constitutiva de un delito de odio. Por el momento, la única causa que parece establecida de la agresión es que los supuestos agresores creyeron que estaban siendo grabados con el móvil por la víctima, cuando en realidad estaba realizando una videollamada con una amiga.