Cerca de 50.000 vigilantes de seguridad privada continuarán prestando su esencial servicio durante las festividades de Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, según datos de Aproser. Unos días en los que desempeñarán una mayor función si cabe debido a las medidas implementadas en esta sexta ola de COVID-19.

Estos profesionales complementarán la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en centros y áreas comerciales, infraestructuras de transporte, hospitales, instalaciones sanitarias y otros entornos en los que su desempeño es fundamental para garantizar la seguridad. No en vano, hasta un 86 por ciento de los ciudadanos manifiesta sentirse más seguro en aquellos lugares en los que están presentes vigilantes de seguridad. Así lo destaca el Estudio Sociológico sobre la percepción de la Seguridad Privada en España, publicado por la mencionada asociación.

Nuevas funciones de la seguridad privada

Cabe recordar que los profesionales del sector de la seguridad privada, desde el inicio de la pandemia, se convirtieron en personas necesarias e imprescindibles. Y es que gracias a su trabajo en primera línea pudieron ayudar a la población y mantuvieron los entornos seguros.

No obstante, pese a que la labor de estos profesionales se declaró como esencial en aquellos momentos, «no se materializó ni sigue materializándose en ningún trato especial por parte de las autoridades públicas», según denuncia Aproser. Aunque «sí lo hicieron con otros colectivos también vinculados a la seguridad, emergencias o protección civil», continúan desde esta organización.

Pese a ello, esta actitud contrasta con los datos ofrecidos por el estudio que se acaba de mencionar. Por ejemplo, hasta un 85 por ciento de los españoles considera que los profesionales de la seguridad privada deberían tener acceso preferente a equipos y medidas de protección.

Momentos difíciles

Sin embargo, en este contexto actual, desde Aproser aseguran que «la seguridad privada es consciente de los difíciles momentos que atraviesan los ciudadanos». Y también de las dificultades que están sufriendo las autoridades para garantizar la provisión del servicio público de seguridad como consecuencia del crecimiento de los contagios en él.

Por todo ello, Aproser afirma que «las empresas y los profesionales del sector, al margen de las dificultades que les comporta la expansión de la pandemia, se ponen una vez más a disposición de las autoridades públicas. De esta forma, al amparo de lo dispuesto en el artículo 41.3 de la Ley de Seguridad Privada, podrán llevarse a cabo servicios de vigilancia y seguridad participando en la prestación de servicios encomendados a la seguridad pública, complementando así la acción policial».

Unos servicios que, según continúa la asociación, «podrían ser ejercidos previa decisión de las autoridades competentes y siguiendo estrictamente las órdenes e instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Y que, una vez más, permitirían evidenciar el papel esencial y especialmente colaborador de la seguridad privada en beneficio de la ciudadanía».