Las investigaciones se iniciaron a mediados del mes de febrero, cuando los policías fueron comisionados a un hospital de la capital del Turia, donde se encontraba una joven de la que al parecer habrían abusado sexualmente, activándose en este momento el Protocolo de Atención Integral ante víctimas de Agresión sexual.

Ante la gravedad de los hechos denunciados, los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Valencia se hicieron cargo de las investigaciones para esclarecer lo sucedido y detener a los implicados.

Los agentes, tras prestarle a la mujer la asistencia y la atención especializada en estos casos, se entrevistaron con ella para intentar reconstruir lo que le habría podido ocurrir. La joven relató a los investigadores que quedó con un conocido en un local de ocio de Valencia y que debido a la ingesta de alcohol no recordaba con exactitud los hechos. No obstante, posteriormente acudió a la vivienda en la que se encontraba su novio y tras manifestar haber sido víctima de un delito de índole sexual, se trasladó a un hospital donde fue asistida.

Aunque la víctima indicó a los agentes tener lagunas del momento de los hechos, señaló que el hombre que la acompañó al local, podría haber abusado sexualmente de ella, reconociéndole fotográficamente.

Tras una ardua investigación en la que los policías tuvieron que superar las dificultades de que la víctima no recordase el presunto abuso sexual, los agentes recabaron toda la información posible, en la que tras ser analizada detectaron que existían incongruencias y contradicciones en el testimonio de la mujer con la de los testigos, por lo que se entrevistaron de nuevo con ella para esclarecerlas.

Ante los agentes, en un primer momento la víctima reiteró su primera declaración, pero en el instante en el que los investigadores desvelaron ciertos datos recabados, esta comenzó a mostrar nerviosismo, balbuceos y mantener lagunas temporales excesivas con el fin de justificarse de la falta de recuerdos. Tras observar esto, los policías le facilitaron el tiempo necesario para que la mujer organizara sus ideas y así mantener un clima óptimo y de confianza.

No obstante, momentos después, la mujer reconoció de forma voluntaria que se habría inventado los hechos y que no habría sido víctima de un delito de índole sexual. Los policías averiguaron que la presunta víctima habría intimado de forma voluntaria con el conocido y le intentó ocultar la infidelidad a su pareja fingiendo ser víctima de un delito de abuso sexual.

Gracias a las pesquisas policiales se ha podido esclarecer una acusación y denuncia falsa, evitando de esta manera que el varón fuese imputado por un delito de abuso sexual.