Vuelta la burra al trigo, reza la expresión, que se podría aplicar al ladrón reincidente de 40 años que la Policía Nacional detuvo en Toledo este domingo. Se le atribuye el hurto de una cartera en un momento de descuido de su propietaria y la extracción, poco después, de 1.200 euros en un cajero automático.

Los hechos ocurrieron en un bar del barrio de Santa Teresa el miércoles 30 de marzo. Una clienta se ausentó un momento para ir al baño, dejando su bolso sobre una silla. Entonces, el presunto autor aprovechó la circunstancia para sustraerle la cartera del interior del bolso. Guardaba su documentación personal y una tarjeta bancaria, que el ladrón usó inmediatamente en un cajero automático próximo por si la víctima bloqueaba la tarjeta rápidamente. El delincuente realizó 12 operaciones, de 100 euros cada una, hasta que la tarjeta quedó bloqueada.

La víctima supo del hurto poco después, cuando le llegó un aviso del banco en el que le informaban de una extracción de 250 euros denegada. Comprobó sus movimientos bancarios y dio cuenta a la Policía Nacional. El visionado de las imágenes del bar y del cajero automático permitió a los investigadores identificar plenamente al presunto autor. Es un individuo con numerosos antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio.

Fue puesto en libertad, a la espera de ser llamado por la autoridad judicial para responder como el presunto autor de un delito de estafa.