El piloto del helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera que la noche del pasado 7 de noviembre estuvo a punto de chocar en pleno vuelo sobre el Estrecho con un avión comercial que había despegado pocos minutos antes de Tánger –grave incidente que no había trascendido hasta su publicación el lunes por ABC–, es el mismo que estaba a los mandos de otro aparato de Aduanas que en la noche del 11 de julio de 2021 se precipitó al mar cuando perseguía una embarcación de narcotraficantes. En ese suceso perdió la vida el funcionario que hacía las veces de observador, José Luis Domínguez Iborra.

Según las fuentes del sector aeronáutico consultadas por ABC, ese comandante de helicópteros, uno de los contratados por Eliance para los aparatos de Vigilancia Aduanera, volvió a volar aproximadamente un par de semanas después de que se produjera el siniestro, a pesar del shock que siempre supone para cualquier profesional vivir un episodio como ese.

El dato cobra mayor relevancia por el hecho de que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), en un documento del pasado 14 de marzo del que dio cuenta este periódico el domingo que contiene sus recomendaciones de seguridad a raíz de esa tragedia, reveló que «la operación que se encontraba realizando el helicóptero el día del accidente no estaba contemplada en el Manual de Operaciones de Eliance (empresa que gestiona la operatividad y mantenimiento de la flota de aparatos de Vigilancia Aduanera) vigente en ese momento».

A la vista de ello, la Ciaiac recomendaba a «Eliance Helicopter Global Service que suspenda todas las actividades relacionadas con el servicio demandado por el Servicio de Vigilancia Aduanera que impliquen la realización de operaciones no recogidas en su manual de operaciones». Se desconoce si Eliance ha atendido la sugerencia. UGT, por su parte, envió días después, el pasado 3 de este mes, una misiva al director general de la Agencia Tributaria en la que se le pedía que «se proceda a la paralización del uso de los helicópteros de Vigilancia Aduanera mientras no se lleva a término la modificación del manual de operaciones de la compañía Eliance Helicopter Global Service, en base a lo recomendado por la Ciaiac.

Las fuentes consultadas por ABC, además, confirman que no se ha detectado un fallo técnico en el helicóptero, por lo que todo apunta a un error de pilotaje. Además, ha trascendido que la víctima mortal sufrió un fuerte golpe en la cara y se encontró agua salada en sus pulmones. Ello apunta a que Domínguez Iborra no llevaba puesto el casco ni llevaba abrochado el cinturón de seguridad y que murió por ahogamiento. Ahora bien, UGT pide explicaciones sobre si el funcionario tenía la formación necesaria para reaccionar en una situación como la que se produjo, y en caso negativo quién decidió que subiera al aparato sin ese curso clave para su seguridad.

Posibles irregularidades
Además, las mismas fuentes consideran que Eliance debe explicar si es cierto que los helicópteros de Aduanas vuelan o han volado sin un manual de operaciones adecuado –así lo sugiere la Ciaiac–, sin SOP (el permiso para hacer operaciones de policía) y tampoco el MEL (lista de equipamiento mínimo sin el cual el aparato tiene que quedarse en tierra).

Precisamente , que el helicóptero involucrado en el incidente del Estrecho con un avión comercial tuviera i
noperativo desde hacía dos días el TCAS (sistema de alerta de colisión) podría ser irregular, si es que finalmente se confirma que no tenía ese listado de equipamiento mínimo. Todo ello sin contar con el hecho de que aún hay que aclarar por qué no funcionó la radio.

Estas informaciones coinciden con la decisión del Ministerio del Interior de adjudicar a Eliance la mano de obra para el mantenimiento de la flota de helicópteros de la Policía tras presentar una oferta que rozaba la baja temeraria, ser expulsada de Extremadura y Baleares y estar envuelta en polémicas por la situación en Vigilancia Aduanera.