El padre de un menor de 13 años que lleva desaparecido desde el pasado mes de septiembre de 2021 no está teniendo el apoyo mediático que de un caso así se puede esperar. Este domingo, vecinos del municipio de Morón de la Frontera (Sevilla) se han concentrado por la desaparición del menor de 13 años, vecino de dicha localidad y que sufre discapacidad física. La madre manifestó entonces que habría matado supuestamente al chico y después se habría deshecho del cadáver. Sin embargo, nueves meses más tarde, se desconoce el paradero del cuerpo.

María Partida, abuela del menor, ha explicado que tras las anteriores concentraciones celebradas en demanda de avances en la investigación, las autoridades policiales no han «comunicado nada» a la familia, que sufre una verdadera «desesperación» a cuenta de esta desaparición, que se remonta a septiembre de 2021. «Esto es morir cada día un poco más», ha enfatizado, por lo que ha reclamado que esta situación «termine» cuanto antes. La familia del menor carece de novedades respecto a la investigación policial.

Entretanto, la madre del menor seguiría en Morón después de que a mediados del pasado mes de octubre de 2021, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos dicho municipio le tomase declaración y acordase para ella libertad provisional, toda vez que tras manifestar esta mujer que ella misma había matado supuestamente al chico y después se habría deshecho del cadáver, posteriormente habría alegado que el menor «murió» y que por eso se desprendió del cuerpo, pesando su ingreso en un centro psiquiátrico a cuenta de su estado mental.

El asunto gira en torno a un matrimonio de Morón con dos hijos a su cargo, una joven de 18 años y un adolescente de 13, que padece una discapacidad física, toda vez que los miembros del matrimonio se habrían separado, contando la mujer al comienzo de la separación con la custodia de los dos hijos. En ese contexto, agentes de la Guardia Civil habrían intervenido a la mujer en una carretera de la provincia de Segovia, donde habría detenido su coche, «desorientada» y manifestando declaraciones «inconexas» a los funcionarios. La mujer habría relatado a los agentes que llevaba consigo a su hijo de 13 años de edad y que le habría matado, deshaciéndose después del cuerpo según su testimonio.

A cuenta del estado de la mujer, que presentaría alteraciones mentales, la misma fue trasladada al centro psiquiátrico del hospital de Segovia para recibir asistencia especializada, contactando la Guardia Civil con el padre del menor y expareja de la mujer, para interesarse por el paradero del chico. Desde Morón, el padre y la hermana del muchacho habrían manifestado a los agentes que pensaban que el chico estaba con su madre, siendo informados del testimonio de esta mujer. Ante el relato de la mujer respecto a que habría matado a su hijo y se habría desprendido del cadáver, el padre del mismo acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de Morón para formular una denuncia por la desaparición del chico.

Fruto de ello, los agentes de la Policía Nacional de Morón visitaron la vivienda de la mujer, averiguando que la misma se habría deshecho de enseres y se habría marchado llevando al chico con ella. A partir de ahí, y según las pesquisas de los agentes, habrían pasado aquella noche en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo), donde ambos fueron vistos y desde donde habrían proseguido su viaje, siendo después la mujer localizada sola por la Guardia Civil en la situación ya descrita.

En cualquier caso, la Policía Nacional ha abierto una investigación para localizar al menor y esclarecer la veracidad o no del testimonio inicial de su madre, que después habría asegurado que no mató como tal al chico, sino que el mismo «murió» y después se deshizo del cadáver; siendo localizado en un contenedor de Morón «relativamente cerca del domicilio de la madre» el teléfono móvil de esta persona con la pantalla fracturada.