La madre de las jóvenes asesinadas en Pakistán señala a su hermano mayor como responsable
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La declaración de la madre desde Pakistán, avanzada por la Ser, se produce dentro de la investigación abierta por la Fiscalía de Tarrasa para determinar las posibles responsabilidades de la familia en el caso, relativas a su posible conocimiento del engaño perpetrado para que las hermanas, de 21 y 24 años, viajasen a ese país, donde dos de sus hermanos, y otra media docena de familiares, entre estos los dos primos de los que se querían divorciar, las acabaron matando.
El relato de la madre es coherente con lo que se ha ido conociendo hasta ahora del brutal crimen que acabó con la vida de Uruj y Anisa, coincidiendo también con las explicaciones que dos días antes había dado ante la policía autonómica Ghulam Abbas, el padre de las dos jóvenes y marido de Azra Bibi.
La declaración de la madre se produce en paralelo a la investigación abierta por la policía del Punjab, la región de Pakistán donde se produjeron los hechos, y donde permanecen encarcelados seis sospechos de ser autores del crimen. Según ha trascendido, tras el asesinato de las jóvenes, que Asra habría tratado de impedir y que fue obligada a presenciar, parte de la familia dio refugio a la madre ante el temor a que también pudiese estar en peligro.
Con su declaración, y a falta también de que avance la investigación por la policía local, que lo investiga como un 'crimen de honor', las piezas van encajando, sobre todo por lo que respecta a la celada que la familia tendió a las jóvenes para que dejasen Tarrasa para visitar a sus parientes y maridos en Pakistán. Fue hace un par de meses cuando la madre, en compañía de su hijo mayor, Shehryar, viajó hasta ese país. Poco después se les uniría Asfandyar, otro de los hermanos.
Una vez allí recluyeron a la madre, aumentando la preocupación de las dos hijas que permanecían en España, y a las que de manera reciente, la pasada semana, hicieron creer que Azra estaba enferma de muerte. Fue la motivación que llevó a Uruj y Anisa hasta el Punjab. Una vez allí, el pasado viernes, apenas un día después de su llegada, fueron asesinadas cuando estas se negaron a volver a España acompañadas de los dos primos, Atiq y Hasan, con los que se habían casado y de los que se querían divorciar.