Tres funcionarios de prisiones del centro penitenciario de Huelva han resultado heridos tras una reyerta multitudinaria entre reclusos tras la que han sido agredidos por dos internos con armas de fabricación artesanal. Los presos involucrados son ambos «muy peligrosos y con una dilatada trayectoria penitenciaria», según denuncia el sindicato Acaip.

Uno de los presos, el que mantuvo la «actitud más beligerante», llevaba «sólo dos días» en el citado centro, recién trasladado desde la cárcel de Sevilla I. Según ha detallado a OKDIARIO Andalucía el portavoz de Acaip Huelva, José Juan Serrano, los protagonistas del «grave incidente» son «delincuentes habituales y con grandes problemas de adaptación». Uno de ellos ingresó en prisión por primera vez en el año 1991 y el otro en 2002. Ambos son de nacionalidad española.

El altercado se produjo sobre las 18:00 horas del pasado viernes, cuando los reclusos llevaban algo más de una hora en el patio. A raíz de una «pelea multitudinaria» uno de los módulos «más conflictivos», los funcionarios identificaron a los principales protagonistas de la reyerta e intentaron aislarles del resto de la población reclusa. Fue entonces cuando sacaron dos «armas artesanales» con intención de acuchillar a los trabajadores, que sufrieron «cortes» y «golpes de todo tipo», además de quedar «psicológicamente bastante afectados» por los «grandes momentos de tensión» que se produjeron.

Según relata Acaip, este ataque «no fue a más gracias a la intervención de los funcionarios», que consiguieron arrebatar a los internos dos «pinchos» carcelarios. Desde el sindicato señalan a este periódico dada la rapidez en la que se han visto envueltos en problemas en la nueva cárcel, «es posible que algunos de ellos tuvieran «rencillas anteriores con otros presos» con los que habrían coincidido en otras prisiones.

Una vez «reducidos y cacheados, aún muy agresivos», los dos reclusos fueron conducidos provisionalmente al módulo de aislamiento, donde uno de los internos volvió a protagonizar otro incidente contra el facultativo de guardia que procedía a comprobar su estado físico. «A pesar que el Jefe de Servicios y los funcionarios de Aislamiento intentaron calmar al interno, éste la emprendió a golpes y patadas contra todos los presentes, teniendo que ser reducido», apunta Acaip.

El sindicato ha detallado que otros tres presos fueron también desplazados al módulo de aislamiento, aunque no hubo que lamentar ningún incidente relacionado con ellos.

Desde Acaip están a la espera de que los presuntos agresores sean clasificados en primer grado por su peligrosidad e inadaptación y sean trasladados próximamente a otro centro, donde permanecerían bajo medidas de seguridad más restrictivas y con contacto limitado con otros presos.

Este último episodio se suma a numerosos pequeños incidentes que han tenido lugar en el centro de penitenciario de Huelva en las últimas fechas. A ello se suma que el módulo donde se originó la pelea cuenta con entre 20 y 30 presos más de los que debería por obras en la cárcel. De los 17 módulos, dos se encuentran actualmente cerrados, lo que provoca que el resto se encuentren más cargados de población reclusa, dificultando la labor de los funcionarios y facilitando posibles trifulcas.

«Buenismo» implica «riesgo»

Al hilo de este suceso, desde el sindicato Acaip Huelva han advertido en un comunicado de que «se han convertido en habitual los incidentes muy graves en los módulos conflictivos» de su centro de trabajo, que «en la actualidad está albergando un gran contingente de internos procedentes del centro penitenciario Sevilla I, que se encuentra en obras de remodelación».

Al respecto, el sindicato advierte de la «paradoja» de que el centro penitenciario de Huelva se encuentra también «en obras desde hace meses, manteniendo dos módulos cerrados» por esos trabajos, de forma que, en su opinión, «no está en condiciones de asumir más población reclusa y mucho menos con este perfil violento».

«La inactividad de la Administración, la falta de personal, una clasificación interior inexistente en muchos casos y, en otros, impregnadas de unas grandes dosis de buenismo, provocan un grave riesgo para la integridad física e incluso para la vida de los funcionarios de prisiones de los centros penitenciarios de España», sostienen desde Acaip Huelva, que concluyen alabando «la profesionalidad y dedicación de los funcionarios penitenciarios».