Grafiteros y la Seguridad Privada
Tenemos que luchar porque se revisen los planes de actuación de los vigilantes de seguridad en el Metro de Barcelona y mejorar la autoprotección de estos profesionales de la seguridad.
Esta siendo denunciado reiteradamente el peligro que supone para la seguridad de los propios trabajadores y de los usuarios de las instalaciones que los vigilantes se vean obligados a realizar determinados servicios en solitario, haciendo que se enfrenten a situaciones de riesgo evidente sin ningún tipo de garantía para su propia seguridad y, por tanto, sin ninguna garantía por los usuarios del metro.
Reajustando la seguridad privada para los grafiteros
La empresa pública está dispuesta a desembolsar más de siete millones de euros para eliminar “todo tipo de pintada, grafiti, mural, sombras, marcas o restos de pintura", así como para retirar "carteles y adhesivos” tanto del interior como del exterior de sus trenes o instalaciones. También para el pulido y reparación de las agresiones con ácido u objeto punzante sobre las ventanillas o chapas de los trenes y para la colocación y reposición de láminas de protección en los cristales de ascensores, escaleras mecánicas y otros elementos de las estaciones, con lo que se pretende repeler los daños de estos ataques.
Llama la atención que la licitación se haya anunciado cinco meses después de que TMB reconociera un “reajuste” en los servicios de seguridad que afecta al número de efectivos encargados de prevenir los actos vandálicos.
Mismos grafiteros, menor vigilancia
A preguntas de este medio, desde TMB confirman que se efectuó “una replanificación” de los servicios de los vigilantes de seguridad "para adaptarlos a las necesidades actuales y conseguir una mayor flexibilidad”. El operador de transportes admite que este reajuste “puede acabar afectando al servicio de seguridad antigrafiti en algunas franjas”.
Los grafitis de los trenes ha supuesto un gasto de 13.243.488 millones de euros en el último año, según informa Renfe.Cataluña, donde el coste asciende a 4.804.199 euros, es la delegación más afectada por estos actos de vandalismo. Por otro lado, en la zona centro se destinaron 4.011.452, en la parte este de España 1.781.837 euros, en el norte 1.323.000 y en el sur de la península 1.323.000
Este dinero no cubre únicamente los gastos de limpieza, sino todo lo que los grafitis conllevan: transporte a los túneles de lavado, vigilancia… De hecho, Renfe señala que con el presupuesto que se destina a esta problemática pueden establecer 4.800 turnos nuevos de vigilantes al año. Estos se reparten entre las playas de vía (zonas donde se ordenan los vagones de los trenes de carga) y las estaciones en las cuales pernoctan los vehículos.
Renfe también busca ayuda en otras empresas, como Metro y denuncia absolutamente todos los grafitis en sus vehículos ante las autoridades. Además, están instalando nuevas medidas tecnológicas para dificultar que los grafiteros se cuelen en las instalaciones, a la vez que mejoran los perímetros de seguridad.
Las agresiones se estan acumulando hacia los vigilantes de seguridad, necesitamos un binomio, ES NECESARIO UN BINOMIO PARA LOS SERVICIOS DE ALTA PELIGROSIDAD, mas medidas de proteccion para nosotros los vigilantes, desde aqui, desde Vigilancia y protección, pido que el nuevo convenio de seguridad privada del 2023 refleje mas autoprotección para nosotros los Vigilantes de Seguridad privada, esto es lo mínimo que debemos pedir, somos personas no RAMBOS
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