Un camarero, absuelto tras ser cazado robando por las cámaras de seguridad
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Era el gerente de un restaurante de comida italiana, pero las cámaras de seguridad del local lo cazaron, presuntamente, robando dinero de la caja registradora en el momento de cuadrar las cuentas tras una jornada laboral.
Seis años después, la Justicia lo ha absuelto de un delito continuado de apropiación indebida, unos hechos por los que el Ministerio Público solicitaba una pena de catorce meses de prisión.
Los hechos se remontan a los cinco primeros días de abril de 2017, cuando la cadena de restauración denunció que el hasta ahora investigado -representado por Ospina Abogados- se adueñó de 480 euros de la caja del restaurante «usando los números personales asignados por la empresa a otros empleados«.
La Justicia, en cambio, ha fallado que no ha quedado acreditado el delito.
La Fiscalía sostenía que el por entonces encargado del establecimiento era la persona que recopilaba los diferentes comanderos que tenían los trabajadores, que hacían su propia caja y el cierre diario de forma individual.
El acusado, posteriormente, ingresaba esas cantidades en una máquina para el posterior procesamiento por parte de una empresa de seguridad.
Se llevaron un reloj de 25.000 euros Así, aprovechándose de la posibilidad de declarar la recaudación manualmente, engañaba a la máquina mintiendo respecto al dinero recaudado en la jornada e introduciendo en los sobres menos cuantía de la realmente obtenida.
Según la Fiscalía, esto se demostraba con el visionado de las cámaras de seguridad y el posterior conteo por parte de la empresa de recaudación, que fue la que alertó sobre el descuadre de la caja .
En cambio, la defensa siempre ha mantenido que el despido se debió a la «falta de confianza» y que el extrabajador no era el único que podía acceder a la máquina registradora.
«Del visionado de las cámaras, que tenían muy mala calidad, se aprecia cómo manipula la máquina, pero no realizando gestos sospechosos como puede ser llevarse las manos a los bolsillos», han afirmado los abogados defensores, que achacan como opciones de descuadre a formas de pago no cuantificables como cheques comida o la aplicación del local.
En su declaración, además, el acusado explicó que había más encargados y que incluso los camareros podían ingresar dinero.
También aseveró que cuando lo despiden por falta de confianza nadie le dice lo del descuadre de la caja y que fue indemnizado por despido improcedente.
La juez, en su fallo, recrimina la falta de testigos relacionados con el caso que, a pesar de ser mencionados por la acusación, no han sido llamados a decalrar, así como la falta de nitidez de las cámaras de seguridad y, por tanto, la ausencia concluyente que permita señalar al acusado.