Una mujer de 81 años y su hijo, de 40, ambo argelinos, han sido detenidos por la Policía Nacional en Alicante como presuntos autores del asesinato de un joven, de 18 años, también argelino, al que supuestamente secuestraron y torturaron durante 15 horas. El chico fue trasladado al hospital en estado crítico y falleció sólo 24 horas después de su ingreso. La Policía  atribuye el origen de los hechos a una extorsión a la familia del secuestrado, a la que enviaron fotos y vídeos del joven mientras era torturado y le exigieron un rescate de 30.000 euros.

Los hechos, según el relato policial, arrancan este siete de septiembre. Y tienen su origen en dos investigaciones paralelas que confluyeron en el mismo y fatídico suceso.

Aquel día, la Policía Nacional recibió una comunicación desde el consulado de Argelia sobre el posible secuestro de un ciudadano argelino residente en la ciudad.

Le taparon la cara con una fregona

Fueron los familiares del propio joven quienes, previamente, habían puesto los hechos en conocimiento del consulado tras haber recibido, a través de una red social, fotos y vídeos en los que la víctima aparecía en el suelo, con la cara tapada por una fregona, sangrando y muy magullado. Además, sus captores habían pedido 30.000 euros para dejarle en libertad.

Ese mismo día, una dotación policial fue comisionada para acudir a un domicilio donde los servicios sanitarios atendía a un joven que sangraba abundantemente y tenía cortes por todo el cuerpo presuntamente provocados por un tercero.

Allí, había otras dos personas: una mujer y su hijo que, según el relato policial, manifestaron ser conocidos del joven y, también, que lo habían encontrado en ese estado, por lo que llamaron al Samur.

El hijo relató a los policías que se encontraban de vacaciones en Alicante y que residían en otra vivienda en su tiempo de estancia. Relató también, siempre según la Policía, que el joven y otros cinco individuos le habían robado el día anterior, 6 de septiembre, su dinero y pertenencias, que el chico decidió devolvérselas tras habérselas reclamado y que con ese motivo le había llamado de madrugada.

Pero, cuando fue a recuperar lo supuestamente sustraído, el joven se encontraba con otros dos individuos, que él no conocía. Y no pudiendo recuperar esas pertenencias optó por marcharse, dejando en el lugar al joven y a los citados amigos. Llegó, incluso, a aportar la filiación de un varón al que incriminaba como posible autor de los hechos.

Dijo, finalmente, que por la tarde había acudido junto a su madre al domicilio del joven. Y que, allí, habían hallado al chico: tendido y herido en el suelo, por lo que optaron por llamar a los servicios sanitarios.

Protocolo de delitos violentos

Los agentes decidieron en ese momento dar cuenta de los hechos a la Brigada de la Policía Judicial, que activó, a su vez, el protocolo de delitos violentos.

En paralelo a todo ello, dos amigos de la víctima se personaron en las dependencias policiales para trasladar que habían visto en el perfil de su amigo en una red social fotos del joven tendido suelo, desnudo y con una fregona en la cara.

Sospechaban que lo habían secuestrado y sospechaban, a su vez, de un compañero de piso cuya descripción respondía con la del varón que habían hallado los policías, a su vez, junto a la víctima.

Las investigaciones confluyen

En ese punto, confluyeron ambas investigaciones. De modo, que los agentes regresaron al domicilio donde había sido hallado el joven para detener al sospechoso.

Al llegar al lugar, hallaron a la madre limpiando la sangre del suelo con una fregona. Supuestamente y según la Policía para eliminar cualquier vestigio que pudiera relacionar e incriminar a ambos con los hechos. El hijo no se encontraba en esos momentos en la casa. La mujer fue detenida de inmediato. Y su hijo, una hora después.

Manchas de sangre por toda la vivienda

Según el relato policial, había manchas de sangre por toda la vivienda, el mobiliario y el colchón de la víctima, al que habían dado la vuelta para ocultar los restos de esa sangre.

Los agentes determinaron también que los vídeos y fotos se habían hecho en el mismo lugar donde fue hallada la víctima. Y la fregona con que fue hallada la madre mientras limpiaba los restos de sangre coincidía con la que aparecía en las fotografías antes citadas.

También, hallaron ropa del arrestado que coincidía con la que aparecía en los mencionados vídeos y fotos. La documentación de la víctima estaba rota y oculta en la cisterna del baño. La tarde del 8 de septiembre, la víctima falleció debido a uno de los golpes recibido en la cabeza.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia en Alicante. Están acusados de asesinato, secuestro y delito contra la intimidad. Para el hijo se decretó el ingreso en prisión provisional, mientras la madre fue puesta en libertad tras comparecer en el citado juzgado.