La Guardia Civil ha detenido en Toledo a un atracador «despistado» que regresó a atracar el mismo banco que ya había asaltado antes cuando la sucursal estaba cerrada. Se trata de un vecino de Fuenlabrada (Madrid) que, gracias a su torpeza, no va a figurar en la lista de delincuentes más brillantes de la historia.

Antonio (nombre supuesto) es un vecino de Fuenlabrada sin antecedentes policiales hasta ahora, que a finales del mes de agosto se estrenó atracando el único banco de la pequeña localidad toledana de Cabañas de la Sagra.

Ese día, Antonio se plantó en la sucursal con su cara oculta tras una mascarilla y, como se puede observar en las imágenes, armado con una pistola simulada. De esta guisa, amenazó de muerte a la única empleada del establecimiento bancario obligándola a abrirle la caja fuerte. El atracador obligó a la trabajadora a limpiar los muebles del banco con una bayeta empapada en amoníaco para borrar todas sus huellas y a continuación huyó con un abultado botín de 67.000 euros.

Así arrancó la investigación del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, con el visionado de las cámaras de seguridad de la zona y las declaraciones de los testigos. Tras identificar parcialmente la matrícula del coche del atracador, los guardias fijaron su domicilio y prepararon su detención al detalle.

Sin embargo, los guardias no sabían que el atracador iba a tener «el detalle» de facilitarles su detención. Exultante por el éxito de su primer atraco en el banco de Cabañas de la Sagra, al torpe ladrón no se le ocurrió mejor idea que regresar al mismo banco para repetir su hazaña.

Antonio regresó al banco cinco días después de atracarlo, pero el «despiste» del atracador era tal, que no cayó en que ese día la sucursal estaba cerrada reponiendo todo el dinero robado y ordenando el establecimiento tras el robo anterior de Antonio.

Las cámaras del banco grabaron de nuevo al atracador «despistado» llamando a las puertas de la sucursal. «Esta cerrado por inventario», le dijeron. «Ah vale, no lo sabía», respondió con naturalidad el atracador disponiéndose a abandonar le lugar

Ahí entra en juego un policía local de Cabañas de la Sagra que observó al atracador y le pareció sospechoso su forma de actuar y su vestimenta. El policía avisó a la Guardia Civil de Toledo, y los expertos en atracos no dudaron de que se encontraban ante la misma persona que había asaltado el banco cinco días antes.

Allí mismo le detuvieron y descubrieron que el asaltante llevaba una mochila con una pistola simulada en su interior, además de diversos efectos para ocultar su rostro durante el asalto. En el registro de su domicilio hallaron cuatro armas simuladas y las ropas que había vestido en su primer atraco. El atracador ha terminado en prisión provisional y su breve carrera delictiva, truncada por un despiste.