Una joven de 23 años ha sido declarada culpable del asesinato de su madre, a la que mató a puñaladas para evitar que se enterase de que había sido expulsada de la universidad. Los hechos ocurrieron en 2020 en Ohio, en Estados Unidos, pero el veredicto del jurado se ha producido ahora.

Sydney Powell se enfrentaba a cargos de asesinato, agresión criminal y manipulación de pruebas en relación al asesinato de su madre. Delitos de los que ahora ha sido declarada culpable.

Powell golpeó a su madre con una sartén de hierro y, una vez estuvo inconsciente, le propinó más de 30 puñaladas en el cuello. La Fiscalía ha asegurado que lo hizo para evitar que su progenitora se enterase de que había sido expulsada de la universidad. Y es que, el centro en el que estudiaba procedió a su expulsión por reiteradas faltas de asistencia.

Así lo ha publicado The Sun, que además ha informado de que Powell se declaró inocente alegando que sufrió un brote de esquizofrenia. Un argumento que su defensa utilizó para asegurar que ella sufría esta enfermedad en el momento del asesinato, pero no había sido diagnosticada todavía, y que había sufrido un brote psicótico.

Un perito contratado por la defensa diagnosticó a la joven de esquizofrenia y depresión después de evaluarla en el año 2021. Motivo por el cual, la ahora declarada culpable, estuvo varios años en libertad vigilada.

Sin embargo, durante el juicio una perito de la Fiscalía testificó que, después de entrevistar a Sydney Powell llegó a la conclusión de que las pruebas de los peritos de la defensa no eran precisas. «La mejor fuente de información para una evaluación es lo que dijo y sintió en el momento de los hechos y eso no cuadra con la esquizofrenia», argumentó al respecto.

En un juicio que se celebrará el 28 de octubre se le comunicará si, finalmente, cumplirá su condena en prisión o en un centro de salud mental.