Nuevo atraco en Sevilla a plena luz del día. Un grupo de siete personas ha asaltado una tienda de electrodomésticos de la capital hispalense para llevarse la recaudación y varios patinetes eléctricos. Los asaltantes, con sus rostros ocultos con gorras y pasamontañas, irrumpieron violentamente en el establecimiento con palos y martillos. Varios de ellos fueron apaleados y sufren lesiones y hematomas.

El atraco tuvo lugar este pasado viernes, a las 18:10 horas, en la tienda Electrodomésticos Sevilla, ubicada la calle Pino Piñonero, en el polígono industrial El Pino, a las afueras de la ciudad. Los asaltantes, encapuchados y armados, entraron pegando gritos y se dispersaron rápidamente por el local, que en esos momentos contaba con dos empleadas y cuatro clientes.

En las imágenes grabadas por la cámara de seguridad se ve cómo le arrancan el bolso de las manos a una mujer y le obligan a tirarse al suelo, mientras al fondo del local un hombre golpea con un palo o una persona tendida en el suelo. Uno de ellos incluso coge un cazo para amenazar a una pareja de clientes.

OKDIARIO Andalucía ha contactado con Samuel, encargado del establecimiento, y que en ese momento se encontraba trabajando en Dos Hermanas, en otra de sus tiendas. Ha detallado que entraron un total de siete personas, aunque «seguramente hubiese alguien más» esperando fuera, al menos el conductor de la furgoneta.

«Entraron con una agresividad extrema, pegando con los palos tanto a los clientes como a las dependientas. Les quitaron todo lo que llevaban encima: joyas, reloj, móviles, llaves del coche, carteras, bolsos… Se llevaron la caja fuerte, ocho patinetes que teníamos en exposición, unos altavoces que teníamos en la puerta y dejaron graves daños en los electrodomésticos.  Rompieron varios ordenadores. Es algo que no se entiende. Si vas a robar y te pones a dar palos a los electrodomésticos, a destrozar cosas sin motivo, es tiempo que estás desaprovechando. Y amenazar a las compañeras tampoco tiene ningún sentido. Ellas no iban a hacer nada. Eran sólo dos», explica Samuel.

Los asaltantes también robaron a una persona al salir del local, un hombre mayor que se disponía a aparcar su moto para comprar un electrodoméstico. «Llevaba el dinero de casa porque ya había escogido el frigorífico. Le tiraron de la moto, le dieron un palazo en la cabeza, le quitaron las llaves y le robaron los 600 euros que llevaba encima para comprar el frigorífico», relata Samuel. Sobre la caja fuerte robada, todavía no saben cuánto dinero había en ella. Los asaltantes, recalca Samuel, hablaban en español y «son de aquí», si bien el hecho de que fueran con el rostro tapado puede llevar a confusión.

El atraco duró dos minutos. Afortunadamente, una empleada tuvo el «valor» de pulsar el botón del pánico y alertar a la Policía Nacional, que a los siete minutos se personó en el lugar de los hechos para tomar declaraciones a clientes y trabajadores. «Vino un patrulla, estuvo media hora y nadie más ha vuelto a venir», apunta el encargado. Por el momento no constan detenidos.

Tras el atraco, la banda abandonó el lugar de los hechos en una furgoneta, conducida por un octavo integrante a gran velocidad, y que agentes de la Policía Nacional encontraban poco después completamente calcinada. El hallazgo del vehículo de huida se produjo

«Es la primera vez que vivimos algo así. En otros negocios que tenemos siempre nos han robado de noche, con un butrón, pero nunca a plena luz del día y con esa maldad. La tienda está asegurada, que se lleven lo que quieran. Lo importante son las compañeras, que tienen moretones por todo el cuerpo. Eso no se puede permitir. No estamos en un país tercermundista».

Según informa Espejo Público, la Policía halló poco después la furgoneta empleada en el robo gracias a la geolocalización de uno de los teléfonos móviles robados. El vehículo estaba totalmente calcinado.

Tras el suceso, la tienda la tienda decidió no abrir el sábado. «Las empleadas no estaban para atender. Este lunes hemos llegado un poco antes para organizarnos, pero han venido tantas cámaras de televisión que no hemos podido hacer un inventario para cuantificar los daños», agrega.