Ferrol ha sido testigo de una brutal pelea entre dos jóvenes que podría haber acabado con una desgracia, ya que la magnitud del suceso habría sido mucho mayor si uno de los chicos hubiese llevado a término su propósito: el de clavar al otro unas tijeras, algo que ha intentado hacer mientras un tercero que presenciaba el enfrentamiento lo animaba a herirle de gravedad al grito de «¡ahora, apuñálalo!». Ambos se han encontrado en la plaza de O Inferniño del término municipal de La Coruña.

Los jóvenes que han protagonizado la riña lo han hecho en unas instalaciones deportivas de la localidad, al aire libre, en presencia de varios amigos de las dos partes. Mientras que los implicados en la pelea estaban enganchados e intentaban asestarse el uno al otro golpes salvajes, el resto los jaleaba y grababa el momento. Todo ha quedado recogido en un vídeo en el que se puede ver la escena cargada de violencia.

En él se puede comprobar cómo uno de los protagonistas se ha presentado encapuchado, en lo que parece un intento de no ser reconocido ante las cámaras que estaban recogiendo la batalla. La intensidad del enfrentamiento ha hecho que ambos se hayan visto empujados con fuerza hasta la portería de fútbol de las instalaciones, donde han acabado enganchados en el suelo, instante en el que se han intentado inmovilizarse el uno al otro.

En ese momento, los testigos de los hechos que jaleaban a los jóvenes se han percatado de que uno de ellos llevaba un arma blanca en las manos. Al darse cuenta de que se trataba de unas tijeras, los amigos del chico que las llevaba consigo lo han animado a utilizarlas para asestar una herida a su contrincante. Por el contrario, los amigos del chico que estaba desarmado han tratado de intervenir, algo más conscientes del peligro.

«¡Quítaselas!»

Así, lo que ha comenzado como una pelea entre dos jóvenes ha continuado como una riña con varios implicados más. A algunos de ellos se les ha podido escuchar, con tono de preocupación, gritar «¡quítaselas!», mientras que seguía alertando al resto con la exclamación «¡ey, unas putas tijeras!».

Ninguno de los dos parecía dispuesto a rendirse. Además, el dueño de las tijeras se resistía a dejarlas y continuaba en su afán de clavárselas al otro joven, de manera que un tercero ha amenazado con llamar a la Policía para disuadirlo.

Sin embargo, en ese momento los amigos que han intervenido han logrado separarlos y han mantenido a uno de los chicos agarrado, lejos del otro. De hecho, una vez en pie, el grupo que ha salido en defensa del chico desarmado ha intentado ahuyentar al otro al mismo tiempo que le ha seguido echando en cara, a gritos, que sacara unas tijeras en medio del tenso enfrentamiento.

Los vecinos confiesan su hartazgo por situaciones como éstas, que al parecer son habituales en la zona. Aseguran que las peleas entre grupos de jóvenes son tan comunes que éstos se han adueñado del espacio y se comportan como los amos del lugar, donde también trapichean con drogas, según sus testimonios.

Las riñas de este tipo se convierten, cada vez con más frecuencia, en material audiovisual para los grupos de jóvenes que encuentran atractivo grabarlas y compartir los vídeos. De hecho, este mismo mes un grupo de 13 jóvenes agredió de forma salvaje a cuatro estudiantes a la salida de una discoteca de Salamanca, donde los estaban esperando para abalanzarse sobre las víctimas y apalearlas.