Uno de los miembros de la pandilla más violenta de El Salvador y de toda América, la Mara Salvatrucha, se escondía en Bullas (Murcia). Este salvadoreño, en situación irregular en España y buscado por la justicia de su país por participar en secuestros, extorsiones y pertenencia a banda violenta, pasaba desapercibido como albañil de una empresa ilegal de reformas.

Lo más chocante del caso, es que este delincuente miembro de la Mara Salvatrucha, que llena las prisiones del presidente Bukele en El Salvador, era víctima a su vez de un delito de explotación laboral a cargo del jefe de la empresa, un ciudadano de origen colombiano. De hecho, a este último se le atribuyen delitos contra los derechos de los trabajadores extranjeros y favorecimiento de la inmigración ilegal, mientras que los otros tres arrestados en esta operación policial, incluido el pandillero de la Mara Salvatrucha, lo han sido detenidos por estar en situación irregular en España.

Todo partió de una investigación de los agentes especializados de la Policía Nacional, dentro de la lucha contra las redes de inmigración ilegal que les condujo hasta un inmueble situado en Bullas que estaba siendo reformado en esos momentos.

Una vez allí, los efectivos policiales realizaron una inspección que permitió la detención del responsable de la obra, el ciudadano de origen colombiano que estaría captando y sometiendo a trabajadores extranjeros a unas condiciones laborables totalmente abusivas.

También se identificaron a las otras tres personas que se encontraban en situación administrativa irregular en el país y que trabajaban en la reforma de la vivienda. Así descubrieron que uno de ellos de origen salvadoreño, contaba con una reclamación judicial de su país de origen por pertenecer a la Mara Salvatrucha y por su implicación en los delitos de asociación ilícita, secuestros, extorsiones y pertenencia a banda armada violenta.

Tras su detención en esta localidad de Murcia, el pandillero salvadoreño de la Mara Salvatrucha objeto de esta reclamación internacional ha sido expulsado del territorio nacional en colaboración con agentes de la Organización internacional de Policía Criminal (INTERPOL) y enviado a su país de origen para responder ante las autoridades por su implicación en los graves hechos por los que era buscado.

La «Mara Salvatrucha»

La Mara 13 o Mara Salvatrucha es la pandilla más violenta de toda América y nació hace décadas en las calles de California protagonizando una cantidad tal de crímenes de todo tipo que desembocó en la expulsión de los pandilleros a su país de origen, El Salvador, convirtiéndose allí en un problema de seguridad nacional cometiendo miles de asesinatos y atrocidades.

Así fue hasta la llegada al poder del presidente, Nayib Bukele, y su política de mano dura contra las bandas que asolaban el país centroamericano, así la banda está prácticamente desmantelada y muchos de sus miembros han huido del país como el miembro de la Mara Salvatrucha que se ocultaba en Bullas, Murcia.

Precisamente, el propio Bukele anunciaba la pasada semana a través de redes sociales el impresionante traslado de 2.000 pandilleros más a la macrocárcel de alta seguridad del país llamada Centro del Confinamiento del Terrorismo (Cecot), con capacidad para 40.000 presos, que de acuerdo con el mandatario, es «la más grande de América». Bukele ha destacado de los pandilleros, trasladados desde las prisiones ubicadas en Izalco (occidente), Ciudad Barrio (oriente) y San Vicente (centro), «pagarán por los crímenes cometidos contra nuestro pueblo; incomunicados con el exterior, sin posibilidad de salir, ni de ordenar crímenes desde la cárcel».

Este impresionante traslado es el tercero que se produce a gran escala de grupos de pandilleros por el presidente de El Salvador, reelegido en febrero por abrumadora mayoría debido al éxito de su política de seguridad contra las pandillas. El primero se llevó a cabo en febrero y el segundo en marzo.