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La sorpresa fue mayúscula y no precisamente de las buenas. Cuando la patrulla de la Unidad Integral de Retiro de la Policía Municipal acudió a lo que parecía una queja vecinal más, no esperaba lo que se iba a encontrar en el lugar indicado: cerca de una veintena de personas, las que estaban en ese momento allí, tiradas como animales en colchones comidos de porquería .
Una situación nada habitual con una cantidad tan importante de ciudadanos de la India, casi todos, hacinados. Una de las hipótesis que se maneja es que fuera un lugar de paso para este tipo de inmigrantes antes de ser enviados a Canadá, supuestamente por una red ilegal.
De cualquier modo, el asunto pasó luego a la Brigada Provincial de Extranjería, que detuvo a cuatro personas por encontrarse en situación irregular en nuestro país.
Pero el asunto tiene un trasfondo en otros dos puntos de Madrid. Primero hay que trasladarse a la calle de Santa Florencia, 31 esquina con la del Estroncio, en el distrito de Villaverde. Allí, Ibrahim C., ciudadano egipcio de 42 años, regenta una especie de hostal que tiene el explícito nombre de La Perla de Lujo ; pero, a tenor de muchas de las personas que han pasado por allí para hospedarse, el lugar ni es una perla y, ni mucho menos, un establecimiento de lujo.
Aunque seis noches allí las próximas Navidades salen por 944 euros a través de un portal de ofertas, la habitación para dos personas tendría un coste de más de 1.300 euros.
Agentes de Policía Municipal durante la entrada en el local ABC Algo llamativo a tenor de las opiniones de los usuarios que ya lo conocen: se trata de un ‘hostel’ o albergue con habitaciones compartidas donde se duerme en litera, sin que se conozca al resto de compañeros de cuarto.
«He viajado por todo el mundo durante 15 años y he pasado innumerables noches en los albergues más baratos. Solo que esta vez era imposible dormir.
Este lugar no es un albergue .
Son nueve personas en tres literas en una pequeña habitación detrás de la cocina. La experiencia me recuerda a dormir en un velero en el (océano) Pacífico con mal tiempo. Cada pocos minutos alguien se mueve y toda la cama tiembla.
A lo largo de la noche llega una persona nueva y el dueño enciende las luces y comienza a explicar algo. No hay taquillas. El baño está detrás de una puerta corredera justo al lado de las camas.
Pero dormirás mejor en tu coche«. »Lugar para ‘sintecho’ y drogadictos«. »No es recomendable para chicas«. »Imposible dormir por el fuerte olor a humanidad«. »Mi peor experiencia en un hotel en toda mi vida«. Estas son solo algunas de las críticas.
Tan mal dejan a Ibrahim C., que él mismo da una opinión positiva sobre sí.
Otro clausurado en Vallecas
El segundo punto geográfico para entender esta historia es el barrio de Puente de Vallecas, donde tres días antes de destaparse el local patera de Retiro la Policía desmanteló otro local similar.
Allí se hospedaron, tras llegar a España y contratar el servicio mediante una agencia de viajes , una joven pareja de Colombia.
Tras ser clausurado, Ibrahim los llevó a la madriguera del barrio de Pacífico, donde eran los únicos que no eran procedentes de la India.
Y la chica, la única mujer en todo el epicentro de la trama.
La organización cobraba 30.000 euros a cada migrante procedente de India y Nepal, a los que también proporcionaba documentación falsa El 22 de noviembre, una patrulla de la Policía Municipal fue a comprobar una queja en la Oficina de Atención Ciudadana del barrio que alertaba del enorme trasiego de personas que entraban y salían de lo que había sido un establecimiento en el bajo de la calle de Vigo, 7. Había sido un comercio pero en la actualidad se encontraba sin uso comercial.
Al menos, de manera legal. Es más, en ese momento estaban haciendo obras. Los agentes mantuvieron una vigilancia de manera discreta, de paisano, en el exterior.
Hasta que salió de allí un hombre de apariencia extranjera. Eran aproximadamente las doce de la mañana. Le pidieron que se identificara: era Ibrahim C., el egipcio responsable de La Perla de Lujo y del local clausurado en la avenida de Pablo Neruda tres días antes.
Sospechas de trata
Los funcionarios entraron en el bajo del edificio de viviendas. Salió otro hombre, que resultó ser un obrero que estaba trabajando en la reforma del lugar y nada tenía que ver con la trama.
Una vez cruzada la puerta, a la izquierda, los actuantes se encontraron un espacio con 17 personas hacinadas , «en una situación de insalubridad deplorables y pernoctando en colchones tirados en el suelo», explican fuentes del caso.
Cuando los agentes encendieron la luz, pues todo estaba a oscuras, encontraron de golpe a 17 personas allí juntas.
Todas eran de nacionalidad india.
Luego, vieron que la única mujer era la chica colombiana que, con su pareja, había sido derivada desde el local ilegal de Puente de Vallecas.
Todos fueron identificados y se dio aviso a la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional.
Se sospechó de que podría tratarse de una trama de tráfico de personas .
Cuatro tenían el visado caducado y el resto estaba de manera irregular o ya habían sido detenidos y documentados en su día (ya en condiciones de legalidad).
Sobre el precio, solo se sabe que a los dos latinoamericanos les cobraban 20 euros por cada uno al día.
Además de los colchones llenos de mugre, no había calefacción, los enchufes y cables estaban al aire, había restos de obra… «No cumplía ningún requisito de habitabilidad ni salubridad», detallan nuestros informantes.
Los allí hacinados tienen entre 39 y 20 años, la mayoría bastante jóvenes. La Junta de Distrito ya tiene el asunto entre manos.