Las dos empleadas corrieron a encerrarse en el baño, por lo que el atracador inmovilizó a una clienta por el cuello provocándole varias heridas. El ladrón se llevó 1.000 euros de la caja registradora y se dio a la fuga a bordo de un vehículo sustraído. Con él circuló a gran velocidad por las céntricas calles de la capital sin respetar las normas de circulación y poniendo en grave riesgo a los usuarios de la vía.

Un cuarto de hora después volvió a asaltar otra farmacia, esta vez en el distrito de Salamanca. Tras amedrentar a las trabajadoras con el mismo cuchillo, logró apoderarse de otros casi mil euros. Al abandonar el lugar a gran velocidad, llegó a subirse a la acera golpeando a otros vehículos y atropelló a uno de los viandantes, el cual tuvo que ser trasladado en estado grave al hospital.

Apenas dos horas más tarde, un radiopatrulla localizó el vehículo en la vía pública. Las indagaciones dieron sus frutos y los agentes consiguieron identificar y localizar a este hombre en la localidad cacereña de Navaconcejo, donde se había ocultado tras los hechos. El atracador contaba con una requisitoria judicial en vigor por un Juzgado de Madrid.

Así, el pasado 16 de marzo le detuvieron como presunto responsable de dos robos con violencia, dos delitos de lesiones, un delito de robo/hurto uso de vehículo, conducción temeraria y omisión del deber de socorro. Posteriormente fue puesto a disposición de la autoridad judicial, quien decretó su ingreso en prisión.