Según informaron fuentes policiales, los hechos se remontan a la noche del viernes, cuando la Sala del 091 recibió una llamada en la que un varón refería que, mientras mantenía comunicación telefónica con su madre había podido escuchar de fondo cómo su padre la estaba amenazando de muerte. Temía por ella, dado el fuerte carácter de su progenitor, quien poseía diversidad de armas de fuego que guardaba en el domicilio.

De forma urgente, varios indicativos policiales se dirigieron a la dirección indicada, franqueándoles la puerta la mujer y presunta víctima, a la que los policías observaron visiblemente alterada y atemorizada por la situación. Seguidamente les manifestó que ese día su marido la había insultado y amenazado de muerte, siendo este tipo de situaciones, en algún caso, acompañadas de agresiones físicas, las que se repetían a lo largo de los años, aunque nunca había presentado denuncia por los maltratos.

En el interior del domicilio se encontraba el hombre, aparentemente tranquilo y que reconoció ante los agentes lo sucedido, por lo que se procedió a su detención como presunto autor de un delito de malos tratos. A continuación, a indicaciones de los policías, señaló la habitación en la que guardaba las armas, en cuyo interior había un armero, del que facilitó su apertura.

Tanto en el mencionado cuarto como en el interior del armero se halló cantidad de armas, entre las que se encontraban varios rifles, escopetas, carabinas, bayonetas y abundante munición. Alguna contaba con su licencia y guía correspondiente, si bien otras carecían de este requisito, que resulta indispensable para acreditar su legalización y pertenencia.

También tenía en su posesión machetes, bastones con estoque en su interior, un florete, un bastón percutor, etc., así como otros elementos susceptibles de ser utilizados como armas. Igualmente había otros artefactos entre los que se hallaba uno con aspecto de proyectil explosivo. Los agentes informaron al detenido de que asimismo se le imputaba otro presunto delito de tenencia ilícita de armas. Estos también procedieron a la retirada de estas -junto con policías del Grupo TEDAX, especialistas en explosivos- para asegurar la manipulación de las granadas de mano con las debidas garantías de seguridad de los referidos artefactos.

Durante el trámite de las diligencias policiales, a la víctima, que declinó presentar denuncia en la Comisaría Provincial, se le extendió una citación judicial para que acudiera a prestar declaración al Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Una vez finalizadas las diligencias, el detenido pasó a disposición de la Autoridad Judicial.