Santiago fue detenido el viernes después de relatar a una tía suya materna el triple crimen y la Policía Nacional lleva la investigación de de la circunstancias de la tragedia, al parecer, desencadenada a raíz de una discusión del menor con su madre porque había sacado malas notas por primera vez y ella le castigó sin wifi y sin móvil.

Tras pasar dos noches en los calabozos de la Comisaría ilicitana, ahora permnecerá recluido en un centro especializado en adolescentes.

Cinco años de internamiento
Se trata de una de las medidas previstas en la ley reguladora de la responsabilidad penal de los menores de edad (Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero).

Para este tipo de casos en los que el criminal tiene entre catorce y dieciséis años de edad, contempla que el delito prescribe a los cinco años como máximo. El juez y la Fiscalía pueden establecer un periodo de internamiento y otro de libertad vigilada.

De forma complementaria, esta normativa también contempla para la reinserción del menor que preste servicios a la comunidad (voluntarios) y, en el caso de este triple asesinato, el culpable podría tener prohibida la licencia de armas cuando alcance la mayoría de edad, por haber utilizado una escopeta de caza en el delito.

Se trata de las penas máximas dictadas conrra menores, superiores a diez años y, con toda probabilidad, será la que se determinará para Santiago, al tratarse de un doble parricidio y un fratricidio, además, con una inusual sangre fría, al esperar varias horas a su padre para matarlo y luego apilar los cadáveres para hacer vida normal durante varios días.

«Frialdad» y sin remordimientos
Fuentes policiales han puesto de manifiesto la «consternación» dado la «frialdad» y el comportamiento del menor, del que no se tiene conocimiento de que tuviera patologías previas. No obstante, apuntan que el menor era «muy activo» en un videojuego y en redes, aunque en persona era «tímido y no protagonizaba actos violentos» en el instituto.

Los investigadores tienen conocimiento de que fue otra hermana de la víctima quien, al no tener noticias de sus parientes, se desplazó a la vivienda el viernes y descubrió los cadáveres de sus familiares, por lo que avisó a la Policía Local.

Al parecer, el pasado martes por la tarde el menor mantuvo una discusión con su madre a raíz de las malas notas que había sacado en el colegio, por lo que los padres le confiscaron la red wifi que utilizaba para conectarse a internet.

El Ayuntamiento de Elche ha decretado tres días de luto oficial en memoria de las víctimas del triple crimen. Las banderas institucionales ondean a media asta en el exterior de los edificios públicos municipales.