Las personas requerimos cada vez más protección en cualquier tipo de ámbito, ya que el peligro puede encontrarse a la vuelta de la esquina independientemente de cual sea y de quién venga, por lo que la presencia de vigilantes de seguridad es una necesidad en nuestra sociedad. Si quieres ser uno, aquí te enseñamos cómo.

¿Qué es ser un vigilante de seguridad?

Para empezar, conviene entender que un vigilante de seguridad no es simplemente una persona que está de pie a la entrada de una tienda o de un museo. Su función principal consiste en velar por la seguridad y el orden de locales comerciales, eventos y edificios que lo requieran. La intención es doble: ahuyentar a los delincuentes con su simple presencia y reaccionar ante cualquier tipo de infracción. En este sentido, un vigilante vigila, custodia y protege.

Cómo saber si reúnes las condiciones

Como todo tipo de trabajo, para ser un vigilante de seguridad se requieren una serie de condiciones personales como autocontrol, tolerancia al estrés, valentía, capacidad de tomar el control y capacidad para dialogar y persuadir. Si cuentas con todo esto ¡fenomenal! Pero también debes cumplir una serie de requisitos externos que la ley exige par ejercer esta profesión:

• Edad mínima de 18 años.
• Nacionalidad de un país de la Unión Europea, de un estado miembro del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo o de un tercer estado que tenga suscrito con España un convenio internacional en el que ambos países reconozcan el acceso al ejercicio de estas actividades a los ciudadanos de la otra.
• Título académico como la ESO, Técnico (FP de grado medio) o de alguna otra formación superior.
• Prueba psicotécnica superada.
• Ninguna condena por delitos dolosos, es decir, aquellos cometidos a conciencia, como un asesinato.
• Ninguna sanción en los 2 años anteriores por infracción grave o en los 4 años anteriores por infracción muy grave, en materia de seguridad privada.
• Ninguna condena por delitos de violación al derecho al honor, a la intimidad personal y familiar u otros derechos fundamentales.
• Ningún conflicto con las Fuerzas Armadas o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Formación previa

Contando con esta serie de requisitos previamente mencionados, podrás tener acceso a la educación previa al título. La Resolución de la Secretaría de Estado de Seguridad del 12 de noviembre de 2012 recoge las exigencias para ser vigilante de seguridad.

Esta resolución pide una formación básica de al menos 180 horas y 6 semanas lectivas (aunque los aspirantes a vigilantes de explosivos deben superar cursos complementarios de 30 horas). Además, existe la opción de que una parte de este curso sea en línea, de modo que de las 180 horas, 90 horas pueden ser online o a distancia.

Los temarios incluyen un área jurídica a fin de conocer la ley; un área socio-profesional para adquirir las competencias pertinentes; un área técnico-profesional que abarca conocimientos relativos a seguridad, protección y colaboración las FCSE; un área instrumental sobre los sistemas de comunicación, medios de detección, primeros auxilios, armas y defensa; y un área de cultura física relativa al estado de forma y los exámenes para obtener la tarjeta de identidad profesional o TIP.

Pruebas de la Secretaría de Estado de Seguridad

Una vez finalizados los cursos, toca hacer las pruebas de selección, para las cuales hay que presentar una instancia para la convocatoria que se desee en la página web de la Policía Nacional.

Las pruebas físicas están destinadas a evaluar la potencia del tren superior (mitad superior del cuerpo), la potencia del tren inferior (mitad inferior del cuerpo) y la velocidad en carrera. La prueba teórica consta de cien preguntas tipo test y los aspirantes disponen de 50 minutos para finalizarlo.

Una vez superadas estas pruebas, en un plazo de diez días desde la obtención de los resultados, hay que acreditar los requisitos para ser vigilante seguridad ante sedes de la Policía Nacional o Guardia Civil. Y antes de que transcurran tres meses hay que solicitar la expedición de la TIP.