Una mujer asesinó con trece puñaladas mortales a la que era su novia, de sólo 18 años, en Motril (Granada). El juicio se celebrará entre el 13 y el 15 de febrero de 2023, y la familia de la víctima, que pide prisión permanente revisable, asegura que la fallecida sufría un constante «trato vejatorio y violento» por parte de la asesina confesa.

Un jurado popular juzgará en la Audiencia de Granada a la mujer que confesó haber matado de varias puñaladas en abril del año pasado a su pareja en un cortijo de Motril. Al parecer, todo surgió a raíz de que se produjera una fuerte discusión entre ambas al decirle la fallecida a su pareja que la iba a denunciar por malos tratos. Algo que, lamentablemente, nunca pudo hacer porque la asesinó.

La familia de la joven exige que sea condenada a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Además, hablan de una especial vulnerabilidad de la fallecido, ya que la acusada «casi le doblaba la edad» y durante el tiempo que duró la relación, siempre según los denunciantes, le dispensó «un trato vejatorio y violento».

Del auto de hechos justiciables se desprende que la acusada, de 36 años, mantenía una relación con la fallecida, que ya había cumplido 18 años. Al parecer, «como consecuencia del trato» que presuntamente le daba la acusada, había tenido que recibir incluso asistencia y tratamiento psicológico.

Crimen

El asesinato se produjo el 12 de abril de 2021, en torno a la una de la tarde, cuando la pareja estaba en el salón-cocina de la casa que compartían en el municipio granadino. Ahí comenzaron una discusión en la que, al parecer, la víctima comentó a su pareja que tenía la firme intención de denunciarla por malos tratos. Entonces, la acusada habría cogido un cuchillo de la cocina y le asestó 13 puñaladas por diferentes partes del cuerpo hasta que en un momento dado le alcanzó el corazón, lo que le provocó la muerte.

El cuerpo de la víctima quedó tendido en el suelo de la cocina sin vida pero la acusada supuestamente lo trasladó hasta el dormitorio y lo cubrió con prendas de ropa.

Según recoge el auto, luego «procedió a recoger toda la ropa que llevaba puesta y las prendas que había utilizado para limpiar los restos de sangre que habían quedado por toda la casa, después se duchó y limpió de forma escrupulosa con agua y lejía toda la vivienda».

Después de estos actos se desplazó en su propio vehículo hasta el puerto de Motril donde localizó a un amigo suyo de la infancia, a quien le contó lo que le había hecho a su novia; lo llevó al domicilio y supuestamente le mostró el cuerpo de la joven, según recoge el citado documento, que avanza este lunes el diario Ideal.

«Entre ambos cogieron diversas prendas de ropa para cubrir el cuerpo, y la envolvieron en un edredón grande que amarraron con jirones de sábanas y una cuerda, de forma que quedó perfectamente envuelto, ocultándolo tras la cama del dormitorio principal». Acto seguido recorrieron en coche «distintos lugares de Motril, intentando buscar un sitio donde dejar el cuerpo y hacerlo desparecer» pero al no conseguirlo al final de la tarde volvieron al domicilio donde se encontraba el cuerpo de la víctima y, «utilizando el propio teléfono móvil de ésta, la acusada envió varios mensajes de texto al compañero de trabajo de la farmacia donde trabajaba», «despidiéndose y diciendo que no iba a volver más».

En el auto se expone que cuando la acusada apuñaló a su pareja «se encontraba bajo la influencia del consumo de cocaína y de ansiolíticos» y que al día siguiente se presentó en la comisaría de la Policía Nacional de Motril reconociendo el crimen, al igual que su amigo, el cual narró a los agentes su intervención en los hechos y ha sido procesado como presunto autor de un delito de encubrimiento. El juicio arrancará el 13 de febrero en la Sección Primera de la Audiencia de Granada con la declaración de los acusados una vez se constituya el jurado.