Loomis AB es una empresa sueca de gestión de fondos en efectivo y seguridad, y es considerada una de las empresas líderes en estos campos en Europa. La empresa cuenta con presencia en varios países de Europa y en otros continentes, y ofrece una amplia gama de servicios relacionados con la gestión de fondos en efectivo y la seguridad de personas y bienes.

Enrique Rial, que trabaja de vigilante de seguridad desde hace 32 años en la empresa, se sintió indefenso durante semanas, demandó a Loomis Spain y le reclamó 5.000 euros por vulnerar sus derechos fundamentales. El caso recayó en el Juzgado de lo Social Número 4 de Vigo. El grupo alegó que el sindicalista pudo viajar al congreso de Lisboa a cargo de la empresa. La jueza dio la razón a la multinacional porque la propia UGT había avisado a la compañía de que el presidente acababa de ser cesado y no sería reelegido.

En cuanto a la indemnización por daños morales en España, la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que las personas pueden ser indemnizadas por daños morales si han sufrido una lesión a su integridad moral, es decir, si han sufrido un daño en su dignidad, honor, reputación o cualquier otro derecho personal no patrimonial. En este sentido, el sindicalista Enrique Rial podría haber solicitado una indemnización por daños morales si la eliminación de su cuenta de correo electrónico corporativo le causó un daño en su integridad moral.

Consecuencias

Como consecuencia de todo ello la empresa de seguridad más importante de Europa, deberá indemnizar con 2.000 euros por daños morales al sindicalista de UGT de Vigo por eliminar sin previo aviso su correo electrónico corporativo en octubre del 2021. Este ejercía funciones como presidente cesante del comité ejecutivo del consejo europeo del grupo y organizaba una cumbre en Lisboa para noviembre. Al quedarse sin correo, perdió su agenda y contactos y no pudo comunicarse con otros empleados en Europa porque carecía de los archivos de su cuenta, ni podía acceder a las direcciones guardadas, lo que perturbó el normal funcionamiento de su actividad.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que le da ahora la razón, y ordena al grupo abonarle 2.000 euros y cesar en su comportamiento antisindical porque vulneró su libertad y le causó daños morales con su conducta «lesiva». Revoca la sentencia de Vigo que absolvía a la empresa sueca.

La Empresa privó «injustificadamente» del correo al representante y no dio una justificación logica de las razones por las que le impidió usar esa herramienta de comunicación interna y a los demás miembros del comité ejecutivo sí, «cuestionando su representatividad cuando aún ostentaba el cargo».

El sindicalista fue reemplazado como secretario de la sección sindical de UGT el 5 de octubre, pero aún continuó desempeñando sus funciones como presidente del comité de empresa en Europa durante 20 días más. Sin embargo, Loomis no esperó a que dejara el cargo y le cortó el acceso a su correo electrónico. Este corte de acceso a su correo electrónico impidió que el sindicalista pudiera comunicarse con otros miembros del comité y perturbó el normal funcionamiento de su actividad.

Estando en funciones

El debate sobre el acceso del sindicalista a su correo electrónico surge después de que su sucesor comunicara al departamento de recursos humanos de Loomis que Rial ya no tenía cargos nacionales y debía proceder a bloquear cualquier tipo de autorización o acceso que le hubiese sido concedido por su anterior puesto. Sin embargo, debido a que el 25 de octubre se iba a celebrar el comité europeo, UGT anunció que Rial seguiría perteneciendo a la representación española en ese comité hasta que terminara su mandato. Loomis no hizo caso a esta aclaración y procedió a cortar el acceso a su correo electrónico, lo que impidió que Rial pudiera comunicarse con otros miembros del comité y perturbó el normal funcionamiento de su actividad.