En la calle por segunda vez en solo dos meses. Así se encuentra Sandy Antonio C. C., alias ‘Chuky’, dominicano nacionalizado español y de 21 años, que entró en prisión en febrero tras ser detenido por la Policía Nacional por su presunta implicación en el homicidio de un Trinitario, la banda rival de los Dominican Don’t Play (DDP), con la que los investigadores lo relacionan, aunque su entorno legal lo desmiente. Cabe recordar que este grupo está considerado organización criminal por la Justicia, por lo que podría ver agravada su pena.

Apenas ha estado dos semanas entre rejas, el tiempo que ha tardado su abogada en presentar en el juzgado una grabación del Metro de Madrid en el que se ve al aún investigado por los andenes y pasillos, en el momento en que se estaba cometiendo el asesinato, cerca de allí, pero en la calle.

El otro detenido, también en la calle
El juzgado número 53, que lleva el caso, ocurrido en Usera, ha dejado en libertad tanto a Chuky como al otro arrestado por la Policía esa misma noche del 4 de febrero. Pero siguen en calidad de lo que antes se denominaba imputados.

Días después, el Servicio de Información de la Guardia Civil detuvo a otro grupo de DDP en El Quiñón, una urbanización de Seseña (Toledo), entre los que se encontraban tres pandilleros sospechosos también de la muerte a navajazos de Usera.

Red de explotación sexual
No es la única causa pendiente que pesa sobre este sujeto. Hasta entonces, era conocido por ser uno de los presuntos peces gordos de la trama de explotación sexual y de tráfico de drogas en las que tenían sometidas a diez niñas de entre 13 y 16 años.

En el momento de explotación de la
operación Sana
, el 30 de noviembre de 2021, cuando fue arrestado con otras 36 personas, pesaba sobre él ya una requisitoria de averiguación de domicilio y había sido detenido por tráfico de drogas; amén de las numerosas identificaciones e incautaciones realizadas por la calle.

Habitual del ‘narcofumadero’ de San Cristóbal
En esa ocasión, solo entraron en prisión provisional ocho de los encartados, entre los que no se encontraba Chuky. De ahí que, según la Policía, le fuera fácil participar en el homicidio de Usera de aquel sábado, junto a otro compinche (el ecuatoriano Jonathan Daniel T., de 20 años). Supuestamente, dieron una paliza y cosieron a puñaladas a su víctima, el colombiano Diego Fernando L.

La menor que le denunció señaló que había mantenido relaciones sexuales con él en las chabolas del ‘narcofumadero’ de San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde), y que él le pagó con ‘base’ de coca para fumar, pues a la chiquilla la habían enganchado a los estupefacientes.