Comenzó asegurando que el suyo sería «un discurso breve y de verdad», porque «aquí lo que importa es lo que escuchemos a continuación», en alusión a las intervenciones de Alberto Núñez Feijóo, reelegido al frente del PP de Galicia, y Pablo Casado, pero la alocución del ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy ha dejado varias cargas de profundidad dirigidas al gabinete Sánchez. Palabras contundentes, al iniciarse la clausura del 17 congreso autonómico del PPdeG, celebrado este fin de semana en Santiago, como las que ha empleado para referirse a un hipotético referéndum en Cataluña: «Conviene que quede claro, no generar ninguna duda y que no se discuta demasiado sobre este asunto. Un referéndum para la independencia, un referéndum para ejercer el derecho de autodeterminación va contra la Constitución Española, contra las leyes, en contra del mundo en que vivimos y no es posible».
«No va a haber nunca, sea quien sea el presidente del Gobierno, un referéndum de independencia, porque es ilegal, porque la soberanía corresponde a todos los españoles, a todos sin excepción, y solo ellos pueden disponer de su país», ha abundado. «Y conviene que, con el único objetivo de ganar tiempo, no se creen demasiados problemas. Sería un error generar falsas expectativas sobre la celebración de un referéndum. Solamente iba a crear frustración y enfrentamiento», ha indicado en alusión a Pedro Sánchez.
Rajoy ha situado Cataluña como uno de los tres asuntos que más preocupan en estos momentos a los españoles. El primero no puede ser otro que superar la pandemia de coronavirus. Más allá de pedir a los ciudadanos que pongan «de su parte», ha apuntado directamente al Ejecutivo central. «Si no hay vacunas, o no se ponen suficientes, para eso está el Gobierno de España, para asumir responsabilidades en momentos difíciles, como otros hicimos en otras oportunidades».
Como segundo punto clave, «superar la crisis económica», y aquí ha subrayado que «la receta de más gasto, más impuestos y más regulación nunca sacó a nadie de ninguna crisis, y eso es exactamente lo que se está haciendo aquí». Rajoy ha llamado a «trabajar en un plan para reducir el déficit» y ha lamentado que «de eso no hay nada». «Son necesarias las reformas estructurales que se hicieron en su día», pero las que acomete Sánchez, ha añadido, son «para volver atrás», como con las pensiones, «lisa y llanamente una marcha atrás que generará, y si no al tiempo, muchos problemas en el futuro».
En la misma línea, en la parte más afilada del discurso, ha censurado Rajoy que «en el Gobienro de España hay demasiada política de tweet, de titular y de propaganda, demasiados líos en el Gobierno aunque se haya ido Pablo Iglesias. Sigue habiendo demasiados líos, dentro y fuera, con el TS, ahora con el TC (…). Y hay demasiada patada al diccionario, el todes, el hijes, demasiado artista de la lengua española en el Consejo de Ministros».
Rajoy ha situado a Feijóo como la cara de una moneda cuya cruz es el Gobierno central. «Con Alberto Núñez Feijóo y su Gobierno podemos estar tranquilos (…); no ocurre igual cuando nos fijamos en otros que transitan a 600 kilómetros dea quí. Esos, en lugar de poner a la gente tranquila, la ponen de los nervios. Y lo único que puede ayudarnos en una circunstancia como esa, es que sabemos y saben los españoles que hay una alternativa sensta para el futuro, que es el PP y Pablo Casado, al que todos vamos a ayudar, cada uno en lo que pueda», ha virado el discurso en apoyo al líder nacional del partido, atento en primera fila a las palabras de Rajoy.
El expresidente del Gobierno y del PP ha lamentado que las «prioridades hoy las marcan ellos», el Gobierno, tras desgranar los que considera los tres grandes objetivos actuales. Pero está convencido de que «si ellos no hacen lo que hay que hacer, y no lo hacen bien, lo haremos muy pronto nosotros. Bien es verdad que después de haber perdido un tiempo (…) que es precioso», ha cerrado.