La instructora considera que no hay indicios de ninguno de los delitos que exponía la querella y que van desde la prevaricación y las coacciones, hasta organización criminal, pasando por denuncia falsa y obstrucción a la justicia.

La querella se dirigía contra una veintena de personas físicas y juridicas, incluida la propia Dirección General de la Policía Nacional. Cuando se presentó por primera vez, en septiembre de 2018, fue inadmitida por defectos de forma. Subsanados, se volvió a inadmitir, pero la Audiencia Provincial de Madrid dio la razón a Eladio y ordenó a la jueza que al menos, escuchase a los querellados. Era octubre de 2018 y han pasado ya todos por el juzgado.

«Tras el exahustivo análisis de los extensos testimonios recibidos de los juzgados que obran en la causa y de las declaraciones prestadas por todos y cada uno de los querellados y demás documental aportada se concluye la inexistencia de indicios de haberse cometido los delitos que de forma genérica se atribuyen a los querellados», concluye la juez en un auto al que tuvo acceso este diario.

Hechos ya investigados o sin indicios
En su opinión, el inspector (ahora en segunda actividad) Rubén Eladio «reproduce en su querella hechos que han sido conocidos por otros varios juzgados» y, analizados estos de manera aislada, «no procede la continuación de la instrucción» porque se duplicarían las investigaciones.

En cuanto al acoso laboral que denunciaba en el contexto de la mencionada investigación sobre el
«Pequeño Nicolás»
, apunta que «no existen indicios de la comisión de este delito por ninguno de los querellados, principalmente por los componentes del Cuerpo Nacional de Policía». Entre los querellados estaba el que fue máximo uniformado bajo Gobierno de Mariano Rajoy, Eugenio Pino.

Lo mismo con el resto de delitos, incluidos los que «se atribuyen de forma genérica y sin explicación de los hechos». Archiva la causa por ausencia de indicios, aunque cabe de nuevo recurso de apelación.