Una ambulancia tenía que trasladar a Antonio, diagnosticado de esquizofrenia, hasta la unidad de psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu de Manresa. Llevaba dos meses sin tomar la medicación que le había prescrito su médico y comenzaba a mostrar episodios de «agresividad verbal».

Cuando los mossos, junto a los técnicos del SEM, y el padre del hombre accedieron al domicilio, éste se mostró tranquilo y se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa antes del traslado. pero, una vez en el cuarto, sacó de debajo de la cama una katana de grandes dimensiones y atacó con ella a los policías.

Uno de ellos sufrió la amputación de cuatro dedos, y los restantes cortes en los brazos. Fue el disparo de uno de los mossos, que impactó en la mano del acusado, el que impidió que siguiese atacándolos, y el mismo efectivo consiguió así inmovilizarlo.

En su fallo, al que ha tenido acceso ABC, la Sección Sexta sostiene que en el momento de los hechos Antonio tenía gravemente afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas. Por su enfermedad mental, había ingresado en diversas ocasiones en la unidad de psiquiatría del mismo centro adonde iba a ser trasladado el día del ataque.

Tentativas de homicidio
El hombre, acusado de cuatro tentativas de homicidio, reconoció durante el juicio haber sido el autor de las lesiones a los agentes. Los doctores que lo atendieron explicaron que «en el contexto de delirio» en que vive Antonio, actuó convencido de que «existe un complot contra él por parte de la policía y de que un alien se ha instalado en su interior para darle órdenes».

Es decir, tal y como consta en la sentencia, la pericial psiquiátrica «no ha dejado dudas sobre las características de la psicopatología que sufría el acusado» cuando agredió a los uniformados. Por este motivo, pese a que la Fiscalía solicitaba 60 años de prisión para él, la Audiencia le ha impuesto nueve, que cumplirá en internamiento psiquiátrico.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el tribunal le impone el pago de casi 580.000 euros a los cuatro mossos. Contra el fallo, fechado este lunes, cabe interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en un plazo de diez días.