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«Yo solo veía puños y golpes. Primero eran dos chicos. Luego eran cuatro». Es el relato de M.R. -Astra, como nombre artístico drag-, una persona no binaria de 25 años que ha denunciado ante la Policía Nacional la agresión grupal que sufrió el pasado viernes por la noche durante el festival Boombastic de Benidorm . «Lo último que quería yo era meterme en un lío. Solo quería pasar un buen rato» con otras seis amigas, cuenta la víctima -que sufre una depresión- a ABC . Maquillada y con las uñas pintadas sacó fuerzas para asistir a los conciertos de esa jornada. Todo se torció cuando durante uno de los recitales, alrededor de las once de la noche, apreciaron como un grupo de chicos estaba molestando a las mujeres que cruzaban por su lado. «La gente se alejaba de ellos por la actitud que estaban teniendo. A cada chica que pasaba le quitaban las gafas de sol o el bolso, les impedían el paso y se reían. Las cogían de la cintura, les ponían el brazo por el cuello o se ponían a bailar con ellas. Pero no era algo gracioso porque estaban incómodas », explica. De hecho, una de las acompañantes de Astra ya había informado al personal de seguridad del festival del comportamiento de dos de los chicos del grupo, pero «no se hizo nada». «Ya sabíamos que algo malo iba a pasar porque se veía el plan con el iban, de molestar, de reírse, de propasarse», añade. Fue entonces cuando empezaron a «restregarse» con sus amigas. «Me acerqué bailando y cerré el círculo, dejando a los chicos detrás», comenta Astra. En ese momento, siempre según la denuncia de la víctima, uno de los jóvenes le pasó la camiseta que no llevaba puesta por el cuello, «tirando hacia atrás». Mientras Astra intentaba mediar con él sin éxito, otro de los acompañantes del chico le propinó un puñetazo en la mandíbula . A ambos los ha identificado en comisaría. Imagen de las lesiones ocasionadas a la víctima abc «Se me cayeron las gafas. Luego ya empezaron a pegarme puñetazos en la cara entre los dos. Me arrancaron el piercing de la oreja . No me caí al suelo porque había gente en la que me apoyaba, sino me matan. Se ensañaron conmigo al grito de maricón», señala. Un detalle, el de la comisión de un presunto delito de odio, en el que Astra no recaló a la hora de interponer la denuncia, pues quería poner el foco en el carácter machista de una agresión a la que se sumaron dos jóvenes más: «Me han pegado por defender a mis amigas, porque se estaban propasando con las mujeres». «Un hombre bastante alto se metió, se separaron un poco y conseguí marcharme a la barra, donde me dieron hielos envueltos en una camiseta porque tenía una brecha en la cara y me chorreaba sangre de la nariz y de los labios. Me dolía mucho la mandíbula ». Buscó ponerse a salvo en el Punto Violeta, donde recibió asistencia médica y al que acudió el personal de seguridad del recinto. Astra fue trasladada a medianoche en ambulancia al Hospital Marina Baixa de La Vila Joiosa. Allí estuvieron haciéndole curas y radiografías, con la compañía de sus padres, hasta las cinco de la madrugada: «Me dijeron que no había nada roto, pero sí desplazado por los golpes . De hecho, no puedo cerrar la mandíbula ni moverla, me duele muchísimo. Para dormir no puedo apoyar la cabeza bien. Estoy comiendo purés a base de pajitas porque no puedo cerrar la boca. Voy a base de antiinflamatorios, paracetamol y mucho reposo». Ahora, cuenta, tiene que soportar las amenazas en redes sociales de los amigos de sus presuntos agresores y lamenta que la organización del festival no se haya pronunciado sobre lo sucedido. «Tengo miedo» , subraya. Mientras, la Policía Nacional sigue investigando lo ocurrido como un delito de lesiones.