El caso de José Luis G. M., el cura de Talavera de la Reina condenado a 8 años y 6 meses de cárcel por abusos sexuales continuados a una menor, no se ha cerrado aún. La abogada de la acusación particular, María Victoria Vega, ha anunciado que recurrirá la sentencia «porque no contempla todo lo que pedimos». Mientras, ABC intentó este miércoles contactar sin éxito con el letrado del sacerdote, José María de Pablo Hermida, para conocer su valoración sobre el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Toledo.

Vega, por su parte, está agradecida a la «forma magistral» con la que el tribunal llevó las tres sesiones del juicio: Rafael Cáncer Loma, Alfonso Carrión Matamoros y Florencio Rodríguez Ruiz, el ponente. «Tres magistrados con mayúsculas y hay que agradecerlo», afirmó a este diario. «Aunque hubiera perdido el juicio, diría lo mismo: hicieron su trabajo de una forma impecable en un caso que no era fácil», insistió. «La sentencia está muy buen fundamentada porque atenta a la libertad de una persona. La sentencia está impecablemente fundamentada. No le puedo poner un pero», admitió.

Pero explicó por qué recurrirá el veredicto: «Lo que ocurre es que nos han quitado la parte del delito moral y el resto que pedíamos, y es mi obligación recurrir. Voy a estudiar bien el fallo». «La responsabilidad civil no está contemplada por los daños morales. El calvario de hospitales y tratamientos, de la víctima y de su padre, que está consumido. Él ha volcado todo lo que tiene en que este juicio salga adelante», dijo la letrada.

«Pero, insisto, como jurista creo que está muy bien fundamentada, muy bien elaborada y redactada. No se han saltado nada. Han hecho una disección del juicio punto por punto, testimonio por testimonio…», afirmó.

Vega, abogada especializada en el blanqueo de capitales y delitos económicos, contó también por qué se encargó de este caso de abusos sexuales. Una doctora que ha tratado a la víctima le pidió que charlara con la joven. «Fui a verla en el hospital, me agarró la mano y ya no la pude decir que no. Hemos estado agarradas de la mano hasta aquí», dijo la letrada, que llama «mi niña» a la víctima.

La joven ha cumplido 25 años y trata de rehacer su vida. Excelente estudiante, ha cursado la carrera de Medicina y ha comenzado la de Psicología, a pesar de sus numerosos ingresos hospitalarios debido a los graves efectos de los abusos sexuales. «Se va a dedicar a tratar a niñas que hayan pasado lo mismo que ella», aseveró la letrada.