Ante la crisis económica, sacrifican vigilancia, pues algunos cotos o privadas han optado por cancelar los contratos con empresas de seguridad, con el objetivo de reducir las cuotas de mantenimiento que cobran a sus residentes.

Carmen Dena Escalera, empresaria del ramo, reconoció que algunas compañías han reportado la rescisión de contratos por parte de fraccionamientos cerrados o privadas que buscan reducir gastos, por lo que han optado por contratar a sus propias cuadrillas de seguridad o han reducido el número de vigilantes asignados por turno.

Consideró que a largo plazo no será una solución efectiva para estos desarrollos habitacionales, porque no contemplan que los empleados implican el pago de diversas prestaciones y que después de un año tendrán que otorgarles vacaciones; añadió que las empresas de seguridad cumplen con todas estas prestaciones de ley, además, cuentan con personal capacitado y certificado para cubrir ausencias y suplencias.

Carmen Dena detalló que en otros rubros (como comercial e industrial) la demanda de guardias de seguridad privada no ha crecido, pero se ha mantenido sin altibajos durante los últimos meses, en consecuencia, las finanzas de la mayoría de las empresas del sector se encuentran sanas.

Recordó que por cuestiones de liquidez o de normatividad, algunas compañías de seguridad privada tuvieron que suspender sus actividades, pero la gran mayoría continuaron trabajando de manera normal, e incluso, han absorbido la mano de obra de las personas que se quedaron sin trabajo.

Para terminar, Carmen Dena detalló que existen 122 empresas de seguridad privada en el estado, las cuales generan más de 3,500 personas; “todas ellas dentro de la legalidad, por lo que contribuyen a mejorar los servicios, pues son garantía de que cumplen con las normativas y permisos fijados por las autoridades correspondientes”.