Mientras el principal investigado por la muerte de Esther López asegura que la joven se enfadó y desapareció sin más en medio de la nada pasadas las 3 de la madrugada, distintos indicios ponen en cuarentena su versión de los hechos, que sólo puede mantener con su palabra. Al hecho de que el teléfono de Esther haya sido posicionado en la casa del sospechoso la noche de su muerte se suma ahora otro indicio hallado dentro de ese domicilio. Durante el registro llevado a cabo por la Guardia Civil en la casa de El Romeral se hallaron fibras que ahora el laboratorio ha determinado compatibles con el abrigo que llevaba Esther López cuando desapareció el 12 de enero y que su cadáver seguía vistiendo 24 días después en la cuenta en la que fue encontrada.

Que si alguien acercó el móvil de Esther a casa de Óscar para incriminarlo, que si la chica se marchó sin más en plena madrugada, pese a que un testigo asegura que fue Óscar quién la invitó a tomar algo a su casa, que si Esther pasó casi un mes tirada en una cuneta al lado de una carretera transitada a diario sin que nadie la viera… hay explicaciones para todo según a quién se le pregunte en la investigación de Traspinedo, pero lo que empiezan a amontonarse son indicios objetivos obtenidos durante los últimos cinco meses. El último, el hallazgo de fibras compatibles con el abrigo de Esther López en casa de Óscar, una casa que el investigado asegura que la chica no pisó aquella noche.

¿Pudo haber llegado ese resto a la casa de Óscar por transferencia? Es decir, que él se llevara una fibra de la ropa de Esther en su ropa y que apareciera en su casa. No es imposible, igual que tampoco lo es, que Esther sí llegara a entrar en la casa, siguiendo el orden lógico de la propuesta que le había hecho minutos antes Óscar en presencia de un testigo: que siguieran tomando algo en su casa y que él la devolvería por la mañana a las 8 al pueblo.

Es el segundo indicio físico que da positivo en el laboratorio después de que las fibras encontradas bajo las uñas de Esther dieran positivo en su compatibilidad con los pantalones que el propio Óscar entregó a la Guardia Civil cuando estos le pidieron la ropa que vestía la noche de la muerte de Esther.

No entró en la casa, dice Óscar

Cuando los investigadores supieron que el teléfono de Esther había estado en la urbanización de la casa de Óscar, él dice que Esther podía haber ido a visitar a un okupa que vive cerca, y que éste la había invitado previamente, decidieron pedir permiso a la juez para registrar a fondo la vivienda y entre las 500 muestras obtenidas en aquel registro estaba la fibra que hoy se sabe es compatible con las del abrigo que vestía Esther. Ese abrigo es importante, ya que la joven lo había comprado sólo unos días antes, existe ticket y foto de esa compra, por lo que esa fibra tenía que haber llegado recientemente a la casa del investigado. Para colmo Óscar asegura que Esther nunca llegó a su casa esa noche y que apenas recuerda si alguna vez ha llegado a estar en esa residencia con anterioridad. Sin embargo, hay un dato que es especialmente llamativo con respecto a ese abrigo.

Esther Viajó en el coche de Óscar esa noche, y lo hizo en dos asientos, en el trasero y en el del copiloto antes y después de una primera parada, antes de dejar a Carolo en su casa y quedarse a solas con Óscar. De hecho, la noche del 12 al 13 de enero fue muy fría en Traspinedo, con temperaturas de 8 bajo cero, así que apenas salió del coche de Óscar, tal y como cuenta Carolo. Si fue así es curioso que en ese coche no se haya encontrado ni fibras del abrigo de Esther ni ningún otro indicio físico de su presencia en el vehículo.

La Guardia Civil tiene la imagen de un coche como el de Óscar llegando a una gasolinera que está dónde estaba el teléfono de Óscar al día siguiente de morir Esther. Lavó su coche, lo que explica la ausencia de restos en el mismo. Ahora habrá que esperar a que explique cómo llegó a su casa la fibra del abrigo de la joven y a las uñas del cadáver la tela de su pantalón.