Es imprescindible binomio de vigilantes de seguridad en la estacion de autobuses de Murcia

La presencia policial en la zona "es permanente las 24 horas del día", afirma el Cuerpo

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Intentos de homicidio, agresiones violentas, robos, amenazas de muerte o tráfico de drogas. La "desesperación" por parte de vecinos y trabajadores del entorno de la estación de autobuses de Murcia ha pasado a ser "miedo ante los constantes delitos que se cometen día tras día" en el barrio de San Andrés: "Somos la punta y lanza de la violencia en Murcia", aseguran.

"Es duro decirlo, pero por la noche no se puede garantizar la seguridad de los usuarios y viajeros que pasan o paran en la estación de autobuses", explican usuarios y empleados.

Los efectivos de la Policía Nacional actúan a diario para detener a los delincuentes que provocan altercados y conflictos de forma continua. "La presencia policial tanto en la estación de autobuses como de tren es permanente las 24 horas del día y es demostrable porque se hacen muchas identificaciones e intervenciones a lo largo del día", explican desde la Policía Nacional de Murcia. Aunque insisten en que "no ha habido estadísticamente un incremento de la criminalidad en la zona" en los últimos meses, sí admiten que "la multiculturalidad" presente en el barrio de San Andrés y en el entorno de la estación hace que a diario tengan que actuar ante distintos casos.

Actualmente la estación cuenta con un empleado de seguridad privada por cada turno laboral, algo que, sostienen los usuarios, es "insuficiente" para vigilar y controlar que todo esté en orden. Más aún cuando se producen peleas y robos en el hall de entrada o en los mismos andenes. "El vigilante tiene que salir detrás de ellos a la carrera, y durante los minutos que tarde en intentar dar con la persona, la estación se queda sin vigilancia y desatendida para lo que pueda pasar", apuntan.

Hay peleas, robos y conflictos entre estos ciudadanos, en su mayoría inmigrantes, que frecuentan la estación y sus alrededores. A veces son a puñetazos, y otras incluso a punta de cuchillo", relatan las mismas fuentes.

Hace unos días, el empleado de seguridad que estaba trabajando en turno de mañana tuvo que abandonar la estación a la carrera tras identificar a un extranjero que estaba siendo buscado por robar días atrás en una de las cafeterías de la estación. Hay que recordar que estos empleados de seguridad privada no van armados, ya que la ley se lo prohíbe, y, en muchas ocasiones, se tienen que enfrentar cara a cara con agresores y delincuentes que sí portan armas blancas.

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Tal y como refleja una denuncia presentada en la Comisaría de Policía Nacional a la que ha tenido acceso esta Redacción, uno de los empleados de seguridad de la estación denunció que recientemente un hombre de nacionalidad extranjera intentó clavarle "una llave allen" en el tórax que guardaba en su riñonera después de que le denegasen subir a un autobús de la línea que va de Murcia a Cartagena por ir sin mascarilla, algo que sigue estando prohibido.

Además, según el escrito, tras la negativa de acceder al transporte público sin mascarilla (además, este usuario pretendía subir calzado con unos patinetes en línea, algo que está prohibido), le profirió amenazas de muerte e incluso le llegó a decir que contrataría a dos personas para acabar con la vida del empleado de seguridad y del propio chófer. Finalmente, tras ser desarmado, lograron dar con él y fue detenido.

En las últimas semanas a una ciudadana también le robaron un móvil de alta gama valorado en más de mil euros. El ladrón huyó rápidamente y tuvo que ser uno de los empleados de seguridad de la propia estación el que echó a correr detrás de él por las calles del barrio para cazarlo. Agentes de la Policía Nacional consiguieron detener a esta persona tras la intervención de este empleado de seguridad.

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