El Servicio de Armamento de la Dirección General de la Guardia Civil acaba de sacar a licitación la compra de 240 pistolas eléctricas, tipo Taser, con efectos incapacitantes. Las armas deberán estar disponibles durante 2023 y se sumarán a las 150 que ya existen. En total serán 390, una pistola táser cada 209 agentes. Por eso no llegarán ni al 10 por ciento de los agentes que realizan labores de seguridad ciudadana y las necesitarían para evitar el uso de armas de fuego y, por tanto, víctimas innecesarias. En noviembre de 2022 un hombre murió en la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe tras una detención violenta y aunque se demostró que su muerte se produjo por la ingesta de drogas y alcohol aquella detención reabrió la polémica de la necesidad de tener armas eléctricas para estos casos.

El contrato que acaba de licitarse contempla un presupuesto de 3.122,52 euros por unidad. Se entregarían en el Servicio de Armamento de la Guardia Civil del cuartel de Valdemoro, en Madrid y de allí se distribuirán a toda España. Antes, el fabricante o adjudicatario de los 749.406,24 euros deberá prestar dos de estas armas idénticas a los expertos de la Guardia Civil que las valorarán. Para comprar las pistolas la Guardia Civil explica en su argumentario que estas armas son mejores que las de fuego «en lugares de grandes aglomeraciones de personas».

La licitación también contempla que el adjudicatario imparta un curso de formación de instructores a 25 agentes de la Guardia Civil que instruirán posteriormente a sus compañeros. Las pistolas táser encargadas deberán tener como característica «su baja letalidad incluso en adversarios con patologías cardíacas o con marcapasos», según el pliego de condiciones. Junto con las armas se entregarán 1.44o cartuchos de munición eléctrica con un alcance mínimo de 5 metros. La munición de aproximación una distancia menor, de entre tres y cuatro metros.

La batería de la pistola se inserta en la empuñadura del arma y el cargador tiene tres puertos de acceso para descargar datos y recibir actualizaciones en formato WAN, MGTM y USB. Además, las pistolas son de color gris y negro, traen su propia funda antihurtos y tienen un mínimo de cinco años de vida y una garantía del fabricante por dos años.

Pedro Carmona, portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), opina que «estas pistolas táser son una reivindicación que desde AUGC veníamos reclamando al ministro del Interior desde hace tiempo, aunque el número de pistolas adquiridas no cubrirá las necesidades de todos los agentes, ya que el 90% de los guardias civiles no dispondrán de ella. Creemos que, por tanto, es necesario que todos los agentes tengan acceso a estas pistolas para tener mayor seguridad en sus actuaciones en la vía pública y así evitar posibles agresiones. Además, la utilización de estas pistolas permite la realización de un uso más gradual de uso de la fuerza al ser una herramienta intermedia al arma de fuego».

El equipamiento de estos nuevos dispositivos incorpora también un sistema de grabación de la actuación de los agentes que permite documentar las intervenciones en las que se utilicen y de esa manera se garantiza la seguridad jurídica de los guardias civiles durante sus actuaciones. Estas imágenes serán gestionadas por la Guardia Civil en una base de datos propia. La denominación que usan dentro de la Benemérita es la de «registrador automático de eventos» y guarda tanto vídeo como audio en formato digital.

Segundo pedido

Este sería el segundo pedido de armas eléctricas para la Guardia Civil, ya que el 19 de mayo de 2022 llegaron las primeras 150 «pistolas de efectos eléctricos incapacitantes» (Taser) de la marca AXON, dotadas con videocámara y con un coste de 3.000 euros por unidad. Para celebrarlo hubo una recepción oficial presidida por la Directora General de la Guardia Civil, María Gámez que se hizo fotografías con las nuevas armas.

Entonces, igual que ahora, el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) formará y habilitará al personal de aquellas unidades a las que se va a distribuir este primer lote, aunque serán 25 instructores civiles enviados por el fabricante los encargados de explicar el manejo de las armas. Estas primeras pistolas táser fueron adjudicadas en junio a las unidades de la Guardia Civil «que se enfrentan a las formas más peligrosas de delincuencia. A partir de la experiencia en estas unidades se procederá a extender su uso de manera progresiva», según el comunicado de la Guardia Civil.