Un policía nacional que se encontraba en periodo de prácticas ha sido detenido en la madrugada del pasado domingo como presunto autor de una agresión violenta a un vigilante en un bar de copas llamado Sa Tintina, ubicado en el puerto de Maó.

El incidente tuvo lugar entre la 1 y las 1.30 de la madrugada, cuando uno de los vigilantes de seguridad del local, de aproximadamente 25 años, se dirigió hacia una zona al fondo del establecimiento donde se había producido un apagón que no afectaba a la zona central del bar, la cual estaba llena de personas en ese momento. Según relata el vigilante, en el camino hacia ese espacio, el policía en prácticas lo empujó. El vigilante intentó calmar al joven, el cual reaccionó de manera aún más agresiva. Ante la actitud del agente en formación, el encargado de seguridad lo agarró del brazo y le ordenó que abandonara el local de inmediato. Fue entonces cuando el policía en prácticas reaccionó violentamente, golpeando al vigilante en la cara con un vaso de cristal.

El vaso se rompió debido al fuerte impacto en el rostro del vigilante, causándole cortes en el párpado, la ceja y el pómulo. A pesar de la gravedad de las heridas, el vigilante no pudo reaccionar adecuadamente debido a la pérdida de visión momentánea. Afortunadamente, otro compañero del vigilante logró reducir al agresor, quien abandonó el lugar poco después. El personal del bar llamó a las autoridades y a una ambulancia del servicio de emergencias, que trasladó al herido, con la cara ensangrentada. Además de los servicios médicos, también acudieron agentes de la Policía Local y la Policía Nacional.

Después de recibir diez puntos de sutura en las heridas faciales, el herido acudió acompañado por otros agentes a la Comisaría de la Policía Nacional de la plaza Miranda, donde presentó una denuncia formal adjuntando el parte médico de lesiones. El trato recibido en la Comisaría fue correcto y amable, según relata el vigilante, quien señala que conoce a muchos policías y cree que ya estaban al tanto de lo sucedido.

El agente en prácticas, que aún no ha completado su año de formación desde julio y por lo tanto no es oficialmente miembro del cuerpo policial, compareció ante el juez de guardia durante la mañana del domingo, horas después de su detención. Tras prestar declaración, fue puesto en libertad provisional, pero se le acusa de un delito de lesiones y deberá enfrentar un juicio en el futuro.

Además del proceso judicial, la Policía Nacional ha abierto un expediente interno que será remitido a sus superiores en la academia del cuerpo en Ávila, donde el agente en formación completó su curso de formación tras aprobar la exigente oposición para ingresar en esta fuerza policial.

Es importante destacar que la resolución del expediente interno es independiente del proceso judicial y podría tener consecuencias negativas para su futuro profesional.